Le cargó apoyándolo enseguida contra la pared. Su cuerpo parecía de piedra por tal cuidado que le estaba dando para no lastimarlo. Se besaron algo cariñosos siendo de vez en cuando desesperados.
Frank de restregó como pudo a su miembro, mostrándole que ya estaba duro. Gerard gruñó sonriendo y pasando sus manos por sus glúteos, apretándolos y haciéndole soltar leves gemidos ahogados.
Se dio la vuelta y ahora era él quien quedaba pegado a la pared, bajando lentamente hasta caer sentado al piso del estudio, con Frank encima suyo, con esa pijama arrugada y el pelo desarreglado. Se rieron como adolescentes cuando torpemente el castaño intento sacarle los pantalones al mayor. Este tomó sus manos ayudándole, sacando su empalmado miembro, viendo como este se levantaba brevemente quitándose la ropa interior y volvía a hincarse hasta él, le quitó la camisa y se quitó a sí mismo la pijama, la pequeña pancita formada parecía un caparazón de huevo. La sostenía con una mano mientras con la otra se tomaba del hombro de Gerard. Este humedeció su punta con el preseminal, parando la caminata del mayor para auto embestirse, llevando uno de sus dedos a su boca para que lo chupara, bajándolo luego a su entrada y metiéndolo.
- Oh...- El castaño mordió su labio suspirando, dejando que el mayor siguiera preparándole delicadamente como sólo él podía. Otro dedo fue metido jugando ahora con su interior. Abrió los ojos en demasía al sentir como los dedos se abrían en él, causándole jadeos y goteos desde su glande. Gruñó mordiendo sus labios y negando.- Sácalos. Te necesito a ti.- Dijo como una orden. Gerard le miraba absorto. Le miraba como la joya más bella del mundo. Sacó sus dedos tomando sus glúteos y acercándolo a su glande. Para cuando empezó a penetrarlo, el castaño ya temblaba bajando lo que restaba de él por sí solo. Estar sentado en la base lo llenaba perfecto e incluso sentía ese dolor punzante que le hacía sonreír, tomando las mejillas de su esposo y atrayéndolo a él, tomando con sus labios los suyos, profundizando el tacto, sintiendo las manos de este tomar sus caderas y apretar con fuerza, la necesaria para guiarle en un vaivén lento.- Hmm... Gee...- Empezó a moverse de arriba a abajo siendo ayudado por este. Reían gimiendo entre el beso, volvían a reír. Las manos del castaño se introducían entre su cuero cabelludo aferrándose a él, besándole con fuerza y pasión. Se movió en círculos gruñendo desesperado. Gerard de acercó a su cuello mordiendo sutilmente este. Echó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos y suspirando, no dejó de moverse. La mano del mayor se coló entre ellos acariciándole, yendo cada vez más rápido, cuidando siempre el vientre del castaño.- G-Gerard... Dios... Ahí... Ahí.- Gruñó soltando un suspiro cuando se corrió inesperadamente sin previo aviso, se sorprendió incluso contrayéndose mientras temblaba y se hacía hacia delante apoyando el rostro entre el cuello del mayor.
Gerard le tomó de los glúteos apretándolos y haciendo que esté fuera más lento pero remarcando la sensación. No fue mucho para que de igual modo se viniera dentro suyo, mordiendo su labio, respirando agitado y sonriendo de forma coqueta hacia él:- ¿Qué?- Le pregunta cuando este le mira con esos grandes ojos avellanas de los que se enamoró con fuerza. Era perfecto.
- Nada...- Frank suspira y niega. Alza una de sus manos acariciando su rostro.- Te amo.
- Te amo, Gerard. Te amo tanto... Gracias por haberte enamorado de mi.
- No...- Dice enseguida.- Gracias tú, por haberte enamorado de mi.- Siguen sonriendo después de ello.
Son tan cursis y son dichosos de tenerse el uno al otro. Se aman, simplemente se aman.
El tiempo pasa en un parpadear. Un mes ha transcurrido y como toda buena firma como la que era "Iero & asociados", Linda había hecho frente a la demanda. Por supuesto que se negó a aceptarla. Aunque Mikey siguió empujando e imponiéndose contra ellos, logrando entonces ir a juicio.
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Contigo. ^Frerard^
FanfictionUno es rico, el otro, no tanto. Se conocieron, se enamoraron, se casaron. Una vida de ensueño. ¿Qué puede salir mal? [M-preg]
