Llevaba cinco minutos, contados a reloj, atando sus botines. No es que no supiera hacerlo, de hecho, colocarse su equipo era lo mejor que sabía hacer en relación al fútbol. Su problema consistía en la penetrante mirada de Liam sobre él desde el otro lado del vestuario, recostado de pie sobre la puerta de entrada.
Podía verlo por el rabillo del ojo. El castaño movía sus pies nervioso y mordía su labio algo indeciso.
- Harry.
Suspiró, agradeciendo finalmente su intervención.
Lo miró sonriente, dándole el pie para hablar.
- ¿Quieres a Zayn? –pestañeó seguidas veces y abrió su boca no muy seguro de qué diría. Sin embargo, no hizo falta-. Lo siento, olvídalo.
Liam volteó trotando a paso acelerado. ¿Qué había sido aquello?
Sea lo que sea, no podía ser malo. Se incorporó sonriendo y caminó al campo de juego.
Amaba el fútbol. Contrariamente, jugarlo no era lo suyo.
A decir verdad, se hallaban allí por Louis, quien les había pedido ayuda con su entrenamiento.
Recostó su cuerpo sobre el alambrado que rodeaba la cancha. Su función consistió en detener a Liam, lo cual no sucedió nunca. Recién cuando acabó recostado a mitad del campo, sin aire y completamente rojo, un frustrado Niall decidió finalizar con su tortura dándole el turno a Zayn en su lugar.
Intentó, por todos los medios, hallar lo entretenido de jugar dos contra dos. No pudo, al menos no él, porque sus amigos parecían estar en el mejor momento de sus vidas. Niall sobre todo, ya que al parecer su "novio" era brillante y acababa de colocar el marcador 4-4.
Siguió a Louis con la mirada, quería dejar de hacerlo pero le era imposible. Definitivamente la vestimenta de aquel deporte había sido hecha para él. Tenía las piernas más atléticas que contempló en su vida, sin mencionar el ancho de su espalda y lo angosto de su cintura dentro de la ajustada camiseta blanca.
Gritos lo sacaron de su ensoñación. Zayn y Niall se abrazaban delante de él y Liam se reía trotando hacia la pelota detrás del arco sobre el que Louis tomaba su cadera mientras negaba furioso.
Soltó una carcajada que llamó la atención de Zayn, quien deshizo el abrazo y corrió hacia él.
- Alguien preguntó por ti hoy, jugador estrella –canturreó alegre y llevó sus manos hacia los hombros del moreno.
- ¿Qué harías si ves a Louis besándose con otro chico?
- ¿Qué? –cuestionó, sintiendo las manos de Zayn cubrir sus mejillas.
- Juego nuestra última carta –respondió, uniendo sus labios.
No era un beso serio, Zayn sabía cómo mover su cuerpo para que realmente pareciera algo profundo cuando en realidad solamente era un roce.
Abrió los ojos con miedo al percibir que volvían a estar separados.
Louis seguía en su lugar, no estaba seguro de su expresión dada la lejanía.
Liam reaccionó cuando su mirada se posó en él. Volvió a depositar la pelota sobre el suelo y dio media vuelta para alejarse trotando, por segunda vez en el día.
Miró confundido a Niall, quien estrechaba sus ojos hacia ellos. Lucía molesto.
- ¿Qué fue eso? –preguntó, señalando en dirección a Liam.
- Eso, par de idiotas, fue su renuncia a Zayn -explicó Niall.
Zayn volteó alarmado. El irlandés chasqueó la lengua y elevó sus brazos en el aire.
- P-pero nosotros, creíamos, creíamos que -tartamudeó con nerviosismo Zayn.
- Creían mal. Él pensaba que no iban en serio, me dijo que hablaría con Harry sobre eso al finalizar el partido. Sin duda un beso cambia las cosas –bufó frotando sus ojos-. Iré por él.
- También tú –alentó Harry, golpeando el hombro de Zayn para hacerlo reaccionar.
Sacudió sus rizos mientras regresaba a los vestuarios. Habían arruinado todo aquello que pretendían lograr. Era un juego, un tonto juego que perdieron incluso antes de comenzar a jugarlo.
La puerta se cerró tras él, saltó asustado y luego se calmó al encontrar a Louis observándolo.
- ¿Puedes explicarme qué rayos fue aquello?
- ¿Qué cosa? –cuestionó, retrocediendo hasta toparse las taquillas con su espalda.
- Besaste a Zayn –Louis se colocó delante de él y posicionó las manos a cada lado de su cabeza.
- ¿Cuál es el problema?
- Me has dicho que no debía besarte, pero sí puede hacerlo él.
Festejaría si en realidad no supiera que Louis no sentía nada por él.
- ¿Estos son celos, Louis? Porque si no recuerdo mal, dijiste que nunca estarías conmigo -preguntó furioso.
Acortó la distancia entre sus rostros, fundiendo su oscuro verde en un eléctrico azul. Su corazón latía fuerte. Era el único sonido que sus oídos percibían.
- ¿Me quieres, Louis? ¿O esto es un acto de hombría herida por haberte rechazado aquella vez en el club? –prosiguió. Se encontraba haciendo un gran esfuerzo por evitar sollozar frente a él.
El silencio fue interrumpido por alegres voces provenientes de la entrada. Asintió resignado y aprovechó la debilidad en el cuerpo de Louis al notar que ya no se hallaban solos para hacerlo a un lado y salir. Esquivó los estáticos tres cuerpos que los miraban confundidos.
----- xx -----
El capítulo anterior fue de 5 páginas, no podía romper mi costumbre de escribir cosas cortas por más tiempo...Hablando en serio, quienes leen la historia, más bien mis comentarios en algunos capítulos (que repito, odio hacerlo), sabrán que en realidad no estoy muy a gusto con ella y que he intentado hacer lo mejor que pude, para bien o para mal. No quiero decir mucho porque lo haré en el final, sólo quería agradecer a quienes dejaron bonitos y alentadores comentarios y decirles (en caso de que les interese) que no queda mucho para finalizar la historia. Ya he dicho que sería corta, pero aún así deseaba repetirlo por si alguien esperaba más, para adelantar su disgusto jajajaja. Lo siento, en verdad, gracias de nuevo a quienes están aquí siempre, significa muchísimo para mí :) xx
pd: me siento demasiado patética haciendo esto. Dato.
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Start the game | L.S
Fanfiction- Louis, ¿quién soy yo para ti? Se tomó un tiempo para contestar, los minutos exactos que le llevaron conectar su consola de juegos. - Mi hermano pequeño. - ¿Hermano pequeño? - Un adorable hermano pequeño. - ¿Así me ves, Louis? ¿Como a tu herman...
