Capítulo 8: «Secuestro»

421 181 125
                                    

Todo era oscuro. Cortinas negras, alfombra negra, paredes negras, muy negras.

Me levanté del suelo de la habitación y caminé hacia la puerta. Cerrada, claro. Olvidaba que Zack no era igual de tonto que yo.

Abrí las cortinas, y para mi sorpresa, Zack cavaba un agujero en el patio, acto seguido, volteó hacia mí, y al darse cuenta de que había despertado, se dirigió a la habitación. La puerta se abrió de golpe.

—Veo que despertaste —mencionó.

—¿Me acabas de secuestrar?

—Sí.

—Entiendo —miré mis zapatos, pero, al levantar la vista, vi cómo Zack se dirigía a la puerta, por lo que solté—. Tengo hambre.

Zack es un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora