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Theo siempre ha sido un chico muy popular. Todas las personas lo aman, por lo que nunca se ha preocupado de nada. Para el no hay necesidad de estar buscando chicas, pero con cualquiera con la que saliera era siempre los mismo. Nunca ha sentido nada cuando está con ellas, para el es sólo un pasatiempo. Le gustaba jugar con los sentimientos de los demás, tal vez para ellos siempre estaba muy alegre aunque por dentro no sentía nada.

En un día común para ir a la escuela, se le había olvidado hacer la tarea por lo que decidió ir más temprano para que sus amigos se lo pasarán. Sus padres no acostumbraban irse a trabajar sin dejarle el desayuno listo para el. Pero ese día fue muy diferente, le habían dejado una nota en la mesa diciendo "Lamento no poder hacerte el desayuno tuvimos un problema con el trabajo por lo que nos fuimos pronto, aquí te dejamos dinero solo pude hacerte un sándwich, cuídate" No le importo mucho por lo que sólo agarro el dinero mientras salía de la casa con su mochila en la espalda.

En el camino se encontraba con muchas personas que lo conocían, eran tantas que saludaba cada cinco segundos. Varias chicas se acercaron al el. Como siempre las trataba amablemente. Mientras se reían y se burlaban de cosas sin sentido algo le llamo su atención. Un carro de último modelo se estacionaba enfrente de la escuela. Nadie le abrió la puerta solo salió un chico alto de cabello negro. Tenía el mismo uniforme de la escuela. Mientras el iba caminando la vista de Theo lo seguía.

-¿Theo?-preguntaba una de las chicas con la que estaba.

Parecía que estaba en otro mundo.

-Perdón ¿de que me perdí?.

Por fin había vuelto a la normalidad.

-Ese chico debe ser rico-mencionaba otra.

-Si seguramente debe ser un chico presumido.

A el no le importaba mucho el dinero, prefería que todos le hicieran caso sin ser rico.

Al momento que iban caminando se iba despidiendo una por una de ellas. Ya casi era hora que el profesor llegara tenía que darse prisa para poder copiar la tarea. Cuando llego al salón no había nadie excepto el chico rico que estaba sentado en uno de los escritores de la fila de en medio mientras leía un libro.

Como era el nuevo estudiante tenía que mantener su popularidad. Se acerco a el colocándose justo enfrente de el.

-Bienvenido, no sabía que habría un nuevo alumno, oye ¿qué te parece si en la hora del almuerzo comemos juntos?-cada palabra que decía soltaba un sonrisa falsa pero como ya estaba acostumbrado a estas cosas no era muy difícil.

El chico lo ignoraba, el seguía leyendo lo raro era que tocaba cada línea que leía. Se comenzaba a desesperar.

-¡Oye te estoy hablando!-grito al momento de que golpeo la mesa. Nunca le gusto que lo ignoraran, era la primera vez que alguien no le hacia caso. Al momento en el que el chico alzó su vista para verlo, sus ojos grises cautivaron su vista. El nunca había apreciado tan hermosos ojos.

El chico agarro una libreta seguido por un lapicero y comenzaba a escribir. Luego volteó la libreta, se sorprendió Theo, empezaba a retroceder. Lo que tenía escrito era la forma más directa de describirlo "Estas vacío". Theo le dio mucho coraje cuando lo vio.

-¡Tu no sabes nada acerca de mi!-en ese momento los demás alumnos comenzaron a entrar, Theo se tranquilizó prefirió alejarse de el.

Iendose con sus otros amigos, fue suficiente con uno con que le pasará la tarea. Rápidamente la copio. El maestro de literatura había llegado, todos se acomodaron en sus asientos.

-Bien alumnos, como pueden ver tenemos un nuevo compañero-dirigió su mano con el chico rico.-Nos podrías hacer el honor de presentarte.

El chico se paró de su asiento. Camino hacia el pizarrón e iba escribiendo su nombre. Se llamaba Alem. Que nombré tan raro, pensó.

Mi Amor Ciego [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora