Capítulo 37 SEMIFINALES

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El estadio Spartak estaba completamente lleno, llegando a tal punto de ser instaladas cinco pantallas de gran tamaño fuera del mismo con miles de sillas para que los espectadores presenciaran de dicha semifinal.

-Ahora vuelvo, chicos y si, Godric, apliquemos la técnica propuesta del último partido- Dijo Zabivaka abriendo la puerta.

Apenas salió topó con un alto armadillo de escamas azules, vaya que Zabivaka recibió un buen golpe por toparse con dicho individuo.

-¡Oh lo siento!- Dijo Zabivaka observando cómo la camisa del armadillo escurría de café- en verdad.

El armadillo se incorporó en seguida pero en vez de reclamar su rostro figuró un gesto de admiración al ver a Zabivaka, inmediatamente lo mismo sucedió con el lobo.

-¡¿Fuleco?!

-¡¿Zabivaka?!

Ambos sonrieron y estrecharon sus patas, considerando que era el jugador brasileño más temido, tenía un gesto de ser amable y simpático.

-Es un placer...- Zabivaka interrumpió a Fuleco.

-¿Hablas ruso? Vaya que lo pronuncias excelente- comentó mientras ambos reían.

-Sí, jajaja lo aprendí hace años, ¡Bonito país! Te he visto jugar, ¡Eres increíble!

Zabivaka se sorprendió por tal grado de humildad de Fuleco, fuera de la cancha se veía amigable aunque por cuestiones razonables no deseaba conocerlo dentro de la zona de juego.

-¡Tu igual! Gracias, tienes que enseñarme pronto tu técnica de derrape.

-Apuesto que la aprendes en cuestión de segundos, es sencillo, solo doblas las rodillas sin dejar de perder fuerza y posterior a ello incorpórate de un salto sin perder el balón- Fuleco le guiñó un ojo y Zabivaka correspondió.

Dicha conversación fue interrumpida por los compañeros de ambos equipos que comenzaban a salir de los vestidores.

-¡Fuleco! É hora, e não falar com a competição- gritó otro armadillo brasileño.

-Buena suerte, Zabivaka- dijo Fuleco chocando su pata antes de marcharse.

-¡Nos veremos en el campo!

Ambas filas se formaron y posteriormente las puertas se abrieron para dar lugar a la ceremonia de himnos nacionales.

Bienvenidos a las semifinales del torneo Rusia 2018, por favor pongámonos de pie para escuchar el himno nacional brasileño.

El himno nacional de Brasil sonó con orgullo fuera de su territorio, dicho equipo estaba conformado por diversas especies, tres armadillos, entre ellos Fuleco, luego de dicho himno, el canto ruso sonó con más intensidad y finalmente los aplausos de ambos aficionados brasileños y rusos llenaron el estadio de alegría.

Zabivaka y Fuleco fueron recibidos con más aplausos al ser quienes representarían a sus selecciones para decidir quién sacaría el balón.

-Balón para Brasil, Fuleco- dijo el árbitro entregándole el balón.

-Bueno juego, Fuleco- Dijo Zabivaka corriendo a su posición.

-¡Igualmente, Zabivaka!- gritó Fuleco bajando el balón.

El silbato sonó e inmediatamente los dálmatas brasileños se acercaron para recibir el pase de Fuleco, Thiago, medio brasileño fue el afortunado dálmata que tomó el balón.

-¡Akim se acerca para intentar tomar el balón! ¡No puede ser, amonestado por tirar de la camisa de Thiago, vaya que dicho estirón le ha costado la primera amarilla a Rusia!

ZabivakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora