Capítulo 31 UN LUGAR PARA RECORDAR

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Una poderosa voluntad, una gran gloria —

¡Son tu herencia por toda la eternidad!

El lobo cantó aquel himno como nunca lo había hecho, el haber estado fuera de Rusia por catorce años hizo que la energía patriótica que provocaba cantar uno de los himnos más bellos del mundo estallase en su corazón y entonara el estribillo del himno dejándose llevar.

¡Gloria a ti, nuestra patria libre!

Eterna unión de pueblos hermanos

¡La sabiduría popular, dada por nuestros antepasados!

- ¡Gloria a la patria! ¡Estamos orgullosos de ti!- Zabivaka terminó casi gritando la última sílaba del canto, todos aplaudieron y gritaron para recibir al lobo como debía de ser- ¡GRACIAS, RUSIA!

Luego de saludar y estrechar las patas de todos sus fans tomó un taxi y le indicó la dirección de la tienda de deportes, al llegar ahí le dio las gracias y un autógrafo al conductor y posteriormente bajó a la banqueta, los rusos lo saludaban pero ya no formaban multitud como hacía unos minutos. Zabivaka contempló la misma fachada de la tienda y posterior a ello emprendió el camino hacia donde se encontraba el instituto, corrió con todas sus fuerzas al ver la calle que llevaba directo al lugar del cual había huido hacía catorce años, jadeaba más rápido por la emoción y la curiosidad de saber que encontraría en aquella ubicación, estaba acercándose más y más hasta que sus ojos se enfocaron en un determinado punto.

-¡No lo creo!- exclamó Zabivaka viendo lo que hacía catorce años había sido el instituto bratskiy.

Lo que en el 2001 había sido un orfanato ahora tenía un letrero que decía:

MUSIC FOR EVERYONE

Zabivaka se acercó y contempló la misma fachada que aquel edificio había tenido cuando él era un cachorro, caminó y se percató que ahora servía como una escuela de música para cachorros y jóvenes en San Petersburgo, el lobo se acercó por el estacionamiento que antes era un jardín y entró por la misma puerta principal.

Todo lucía tal y como había sido antes, el edificio fue restaurado y pintado a manera que luciera atractivo para los estudiantes de violín, la recepcionista era una lobita de la misma edad de Zabivaka y como era de esperarse lo reconoció de inmediato.

-¡Bienvenido a Music for Everyone! Creo que te conozco... me parece que eres Zabivaka ¿no es así?

El lobo se acercó al escritorio y asintió.

-Si eh y bueno he venido porque antes de ir a Alemania yo vivía aquí- vaciló un poco- el instituto bratskiy cuando estaba la Unión soviética

La lobita se sorprendió y posteriormente respondió a Zabivaka.

-Sí tenemos registro de que había sido este lugar antes, Zabivaka.

-Y la ¿señorita Anastasia?- cuestionó el lobo, tenía curiosidad sobre aquella malvada mujer.

-Me temo que no la conocemos, y bueno me alegra que nos visites aunque por ahora no tenemos clases.

Zabivaka no se contuvo de preguntar algo que le estaba inquietando.

-¿Podría ver si aún existe mi habitación?

La lobita se lo pensó, posterior a ello se puso de pie.

-Bueno, no le mentiré a una estrella del fútbol que pasó parte de su infancia en este lugar, aún se conservan, vamos.

Zabivaka caminó junto a ella con algo de inseguridad, le temblaban las patas al recordar que había recorrido esos pasillos cuando era cachorro, el lobo giró por los pasillos y se encontró con la habitación que tanto buscaba.

ZabivakaWhere stories live. Discover now