Capítulo 8.

3.1K 166 52
                                    

Había sido un largo día de ensayos y el primer pase de micros, pero finalmente había terminado. Las luces se acababan de apagar, y Agoney se encontraba sentado en la terraza con el abrigo puesto. Nerea le vio y entró.

- ¿Qué haces aquí solo? Te vas a congelar.

- Contemplando las estrellas. - Contestó el canario, y la rubia le miró desconcertada. Se sentó a su lado, a pesar de que se estuviera muriendo de frío porque solo llevaba el pijama.

- ¿Qué te ocurre? - Preguntó mirándole. Agoney había estado riendo y gastando bromas todo el día como solía hacer siempre, pero también había estado más desconectado y pensativo que otras veces.

- Nada, no me ocurre nada.

- ¿Y entonces en qué piensas tanto? - El canario suspiró y la miró.

- En qué voy a hacer con mi vida.

- ¿Pero de qué hablas? ¿Estás tonto?

- No, lo digo en serio. Me preocupo por mi futuro. A ver, si yo me fuera de Operación Triunfo la próxima semana, ¿qué pasaría conmigo? ¿Saldría y sería una persona super famosa? ¿Me grabarían un disco o volvería al hotel donde trabajaba en Canarias? ¿Volvería a Adeje o me mudaría a otro lugar? - Hizo una pausa antes de soltar la última duda que tanto le rondaba en la cabeza. - ¿Qué pasaría con Raoul? ¿Se acabaría todo al salir de aquí?

- Yo, de verdad Agoney, no entiendo por qué piensas ahora en esto. Ninguno sabemos qué será de nuestro futuro, pero si solo nos centramos en algo que aún no ha ocurrido, no viviremos al cien por cien esta experiencia. Solamente te digo eso.

- Ya lo sé, tienes razón, pero no puedo evitar pensarlo porque no tengo nada con qué distraerme. Estamos encerrados.

- Sí que tienes algo, me tienes a mí. Podemos repasar tu canción, por ejemplo. ¿Quieres cantármela?

- No, mejor no. - Contestó él negando con la cabeza.

- ¿Por qué no?

- Porque justamente Manos Vacías me recuerda a lo que pueda pasar en un futuro y me acabas de decir que tengo que vivir el presente.

- Dios mío, eres un drama queen. Suficiente. - Dijo levántandose. - Ven conmigo. - Le tendió la mano para que se pusiera de pie.

- ¿A dónde quieres que vayamos?

- A otro lugar que no sea este, porque al final me voy a pillar un catarro por tu culpa. - El moreno se rió y la siguió hasta la clase de Los Javis. Ambos se tumbaron en la alfombra. - Vale, tú piensa que yo soy uno de Los Javis, y estamos en clase. - Agoney asintió. - Llora. - Él soltó varias carcajadas. - ¿Pero de qué te ríes?

- Nada, mi hizo gracia. No voy a llorar, Nerea. - Contestó mirándola mientras negaba con la cabeza.

- Si que lo vas a hacer porque es lo que necesitas. Tómatelo en serio. - El chico suspiró. - Cierra los ojos y cuéntame lo que te preocupa.

- Ya te lo he contado, no sé qué va a ser de mi futuro.

- Agoney, por favor, ya. - Contestó la chica. - Te conozco lo suficiente como para darme cuenta que hay algo más que no me quieres contar.

Raoul buscaba al canario por toda la casa. Lo había estado esperando en la habitación por vario tiempo e incluso se había dormido sin querer unos minutos, pero al despertarse y darse cuenta de que aún no venía y era el único que faltaba, Nerea fue a buscarle. Ninguno de los dos había vuelto y el catalán se estaba empezando a cansar también, así que salió de la habitación hasta que los encontró a los dos. La rubia le vio y le hizo una señal para que entrara sin hacer ruido, el moreno seguía con los ojos cerrados.

Le vi sonreír | RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora