Capítulo 1.

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Uno. Dos. Dos. Dos... Un resoplido suave, apenas imperceptible; dos golpes rítmicos al papel amarillento y cuadriculado con la parte trasera, mordida y descolorida del lápiz de grafito; otros dos golpes tras una lacónica pausa; pausa, golpe, pausa, golpe. Desde la lejanía, el sonido de las gotas de agua resbalando y, consecuentemente, impactando contra la superficie metálica de una estructura que vagamente recordaba a la de un cubo desgastado por el paso del tiempo, marcaba el compás de una extraña, aunque reconfortante, sinfonía.

Dos golpes. Pausa. Una gota descendía nueva y perezosamente entre las vigas de la casa. Otro resoplido. Dos golpes. Pausa. Otra gota. Gruñido. El pitido de una tetera: finalmente, el merecido descanso había llegado. Para cuando nuestros nombres estaban siendo vociferados en la planta baja de la pequeña casa, las dos niñas de trece y nueve años respectivamente ya se encontraban galopando escaleras abajo.

Una vez más, Jana, apenas sin aire, trataba de seguir mi ritmo en nuestro precario descenso por las mismas. A pesar de superarme con cuatro años de vida más, era sorprendentemente lenta, me atrevería incluso a tacharla como poco atlética. Para ella, sin embargo, yo era como una estela inalcanzable de la que solo apreciaba la ondulante cabellera naranja, rasgo que compartíamos, y que apenas estaba constituida por un montón de huesos revestidos por una piel morena, carente de una musculatura notable o incluso de la altura suficiente para rozarle el hombro.

Tomé la baranda de madera vieja en los últimos tramos de escaleras, y con una risita que demostraba una no muy desapercibida satisfacción, la utilicé como punto de apoyo para balancearme y posteriormente impulsarme hacia la cocina, consciente de que Jana iba rezagada en la carrera. Ella era buena en otras cosas, claro está, y en las mismas me superaba con creces, mostrándose siempre orgullosa de sus hazañas en estas, pero el deporte simplemente no era su punto fuerte.

Para cuando llegué deslizándome al cubículo que conformaba la cocina, ella aún se encontraba dejando el último tramo de escaleras atrás. Alcé mis brazos, triunfadora y tomé asiento en la mesa de madera que se extendía por el costado de la habitación, expectante. Jana no tardó mucho más en llegar y con ella su respiración irregular y las risas por parte de los dos cuerpos que se encontraban aun dándonos la espalda, terminando de colocar el té en las dos tazas descoloridas de dibujos animados y las galletas y pasteles en los platos desgastados de cerámica que abundaban en aquel hogar.

—¡Eres inalcanzable! —ladró Jana nada más sentarse en la silla contigua a la mía. Le dediqué una amplia sonrisa mientras trataba de sosegar sus acelerados latidos—. Ni siquiera estás cansada, ¿Cómo lo haces?

—Ese es un talento natural, querida. Tú también tienes tus propios encantos, diferentes a los de tu hermana.

Miré atentamente el plato a rebosar de galletas mientras estaba siendo colocado en la mesa, apetitosa. Luego levanté la mirada solo para encontrándome con la cálida sonrisa de mi savta, una mujer robusta de, sin embargo, rasgos delicados, cubierta por una piel morena y pecosa y siempre vestida con un gesto servicial y amable en su rostro. Le devolví el gesto y dio pequeños toques con su dedo índice en mi nariz, apartándose seguidamente para tomar asiento al lado de Jana.

—Así es —el saba entró abruptamente en nuestra conversación, arrastrando escandalosamente la silla paralela a la mía en la mesa y sentándose en la misma. Era todo lo contrario a su esposa: de rasgos toscos y de un carácter igual de brusco, aunque con Jana y conmigo su lado más tierno siempre veía la luz del día —. A ti, Jana, se te da tremendamente bien hablar en público y refutar todo lo que te sea humanamente posible—dejé escapar una risa sutil mientras que Jana levantaba una ceja acusatoriamente, ocultando, en vano, su creciente sonrisa—, por eso estas en el grupo de debate. Por el contrario, a ti, Eliza, se te dan de maravilla los deportes y las matemáticas. Es por eso no entiendo porque no quieres hacer las pruebas para el equipo de atletismo de la escuela.

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⏰ Last updated: Mar 02, 2018 ⏰

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Black Ice.Where stories live. Discover now