Capítulo Único-Parte 1.

17.2K 1.4K 2.2K
                                    

Mujeres con elegantes vestidos pomposos, hechos con telas de vibrantes colores cálidos en distintas tonalidades, eran combinados con el blanco que contorneaban sus delgadas cinturas.

Mientras corrían de un lugar a otro por las baldosas de cristal que recubrían el suelo del Palacio Real.

En aquel lejano pueblo llamado Siveria que dependía de los suministros que les brindaba su soberano Rey Jeon.

El hombre que llevaba más de treinta años gobernando el imperio tras la sucesión de la corona.

Quien había llevado alimentos y paz a la vida de los campesinos que estaban bajo su merced.

Y que acababa de fallecer.

Que acababa de dejar a la deriva a sus dos hijos junto al pueblo que había gobernado su vida entera.

Junto a la mujer que había atrapado su corazón durante su juventud.

La Reyna Jeon, quien había dado a luz a dos fuertes y saludables jóvenes.

Quienes se encontraban suspendidos en el borde de lo que era la locura y la realidad

Con la noticia de que el buque real que los llevaba de viaje hasta el Reino vecino había sido emboscado por una feroz tormenta que desató su furia sobre el océano en el que navegaban.

Y que les arrebató sus vidas en aquella trágica velada.

El Reino estaba de cabeza, los sirvientes corrían de un lugar a otro atendiendo a las toneladas de nobles y Reyes que llegaban minuto a minuto al Palacio Real tras la desgarradora noticia para el Reino Jeon.

Con el fin de dar sus condolencias a los jóvenes hermanos que se sentían devastados con lo que estaban padeciendo.

Fue así, como Jeon JungKook, el menor de ellos, quedó en un estado sock emocional por la pérdida de sus padres siendo apenas un niño de nueve años.

Quien en los siguientes meses tras la muerte de sus padres quedó bajo el mando de su hermano más grande.

Puesto que inmediatamente ascendió a la corona y al poder del Reino por ser el hijo directo de la familia Real, y el más grande de los dos hermanos.

Dejando atrás al menor con las ocupaciones que le demandaba el Reino.

A quien había intentado acercarse con el pasar del tiempo pero cada vez sentía más lejos.

Puesto que fue así, como.

JungKook había dejado de hablar.

Había dejado de alimentarse.

Y se pasaba tardes enteras llorando en lo más profundo de su alcoba Real, decorada con las más finas alfombras, cortinas y mantas de la más alta costura que existía en aquella época.

Las cuales eran costuradas con las mejores máquinas que existían en todo el Reino y bordadas a mano por los esclavos que trabajan sin descanso alguno para la familia real.

A quienes maltrataban, los altos rangos de seguridad cuando se intentaban revelar o hacer cosas que estuvieran fuera de lo debido.

Puesto que eran un simple y repulsivo objeto que utilizaban a su antojo los Reyes Jeon.

Al igual que el resto de los Reinos que existían en aquel entonces, puesto que los esclavos eran el néctar de su poder.

A quienes se les prohibía hablarle a la realeza, quienes tenían el derecho de consumir un pedazo de pan y dos vasos agua una sola vez al día.

Esclavitud..~♡[KookMin-OneShot]♡~Where stories live. Discover now