Capítulo 5 Apuesta

Depuis le début
                                    

-Tienes razón, Yugi-

-Pues la verdad creo que hizo falta un buen postre, no creen?- comento el rubio

-............-

-Idiota- fue lo único que dijo el castaño tras la semejante interrupción del rubio.

-¿Qué has dicho, cretino?-

-Lo que escuchaste, perro pulgoso-

-Repítelo si te atreves-

-Ya ya, mejor entremos al parque-

Ya dentro del parque de diversiones cierto rubio revoloteaba con alegría, había tenido pocas oportunidades de relajarse y divertirse en su vida por eso quería aprovechar cada minuto en ese lugar

-Vamos Yugi, hay que subirnos a ese otro-

-Eh, ah sí claro-

-Sabía que esto sucedería- dijo Yami, al ver como su pequeño y futura pareja era arrastrada por Joey para subirte a otro juego mecánico

-....-

-Seto, ya que no dejaste venir a Mokuba, tú tendrás que ayudarme-

-Es que me tienes que recordar eso cada vez que puedes-

-Quiero que distraigas a Joey para que pueda estar a solas con Yugi-

-Pensé que el pulgoso te iba a ayudar con eso-

-Sí, pero creo que a Joey se le olvido- por supuesto que se le había olvidado, el rubio cupido había fallado

-Bien por él-

-Hablo en serio Kaiba-

-Esta te costara, y muy cara Atem-

Los chicos regresaron con los varones al terminar de subir en la montaña rusa.

-Oye pulgoso, es que tienen que ponerte correa para que dejes de corretear-

-Pulgoso lo serás tú, maldito cretino amargado-

-Creo que ese eres tú rubio idiota o acaso olvidaste que ayudarías a ese tarado con tu amigo el ojón-

-Y-yo no soy un idiota....- si definitivamente Joey había olvidado que ayudaría a Yami a declararse

-Al menos los gemelos ya se fueron-

-¿Qué? ¿A dónde fueron?-

-Y yo que se- dispuesto a retirarse se encamino hacia la salida el castaño

-Oye ¿a dónde vas?-

-No te interesa-

- Maldito ricachón que no sabe divertirse-

-¿Que has dicho, perro pulgoso?-

-Lo que escuchaste amargado, te apuesto a que ni siquiera te has subido a algún juego en tu vida, es más apuesto a que ni siquiera puedes ganar en ningún juego-

-Acepto- ah si, nadie se mete con el orgullo de Kaiba

-¿Aceptas qué?- pregunto desconcertado el rubio

-Tu apuesta, jugaremos eso- señalo un puesto de tiro al blanco –y si yo gano cerraras ese estúpido hocico de perro que tienes-

-Bien, pero si yo gano tu tendrás que ser mi esclavo por un mes-

-Eso parece interesante, el que pierda será esclavo del ganador-

-Hecho, y prepárate cretino que no perderé-

-No te arrepientas después, pulgoso... ah y espero que estés preparado para todo lo que te haré hacer- decía Kaiba mientras una sonrisa sádica se marcaba en su rostro


Ese juego no estaba saliendo como quería, era imposible que el amargado fuera tan bueno en un juego. Maldición estaban empatados y solo quedaba un tiro y esto lo decidía todo, era ahora o nunca.

Maldijo su suerte mientras regresaba con el café americano que le había pedido su amo

-Aquí está tu café-

-Creo que te falta agregar algo, no crees pulgoso-

-Jamás diré eso-

-Vaya pensé que al menos eras un "hombre" de palabra rubio- 

-Aquí tiene su café ...A-Amo-

-Así está mejor, un perro callejero debe conocer su lugar-

-..."malnacido juro que me vengare, ya verás que.."-pensaba el rubio hasta que fue interrumpido por el sonido de su celular


De: Yugi

Para: Joey

Me adelantaré con Yami, disculpa.

Gracias por todo Joey, eres el mejor amigo del mundo.


-Quita esa cara de tarado que tienes, ¿que tanto estas viendo?-

-¡No es asunto tuyo, amargado!-

El castaño se levantó de la cómoda silla donde se encontraba para dirigirse a donde estaba el rubio, con una mano sujeto su cara y acerco su rostro

-Es mi asunto si eso hace que mi sirviente se distraiga de atenderme-

-....- trago saliva

Kaiba estaba cerca, demasiado cerca y que demonios fue eso, su corazón se aceleró y sintió un escalofrío recorrer  su cuerpo

-S-suéltame- manoteo –Era un mensaje de Yugi, él y Yami se fueron- explico el rubio

-Bien, pues entonces también me voy. Este lugar me desagrada-

-O-oye espera-

-....-

-Y-yo también me iré, vayámonos juntos- propuso un poco avergonzado el rubio

-Pensé que los perros callejeros no se enfermaban-

-¿Qué?- pregunto desconcertado 

-Desde hace rato tienes la cara roja- afirmaba Kaiba mientras miraba fijamente al rubio

-Y-yo no estoy enfermo n-ni tengo la cara roja- el color se intensifico, sobre todo en las mejillas y sus orejas

-Mmm.... pues no parece, estas rojo y nervioso... ahhh será acaso que te gusto tenerme tan cerca- sonrió arrogante ante esa suposición

-M-me largo de aquí- salió corriendo el rubio como si su vida dependiera de ello -"Maldición,  jamás me gustaría un engreído y arrogante ricachon"- se repetía el rubio mientras seguía corriendo, sintiendo como su corazón seguía acelerado por el comentario de Kaiba

-Mmmm... creo que me divertiré un poco- se dijo a sí mismo el castaño que se quedó en silencio observando de manera lasciva como huía el perro callejero.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Gracias por leer XD

FUE UN ERROR (SetoxJoey)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant