Mi Psicópata Favorito {Vkook}

~Capitulo 11~

Taehyung's Pov

— ¡K-kook! ¡Sigue, sigue, porfavor! –sentí como salió de mi y yo solo destapé mi rostro todo sudado de la almohada.

Me sentí vacio por un momento, habían pasado 3 horas desde que comenzó a arremeter contra mi. Sentí el como aquel líquido espezo salía de mi entrada en abundacia, no entiendo como éste chico daba para tanto. Yo ya no podía más ni con mi alma. Traté de recuperar el aire, creyendo que ya habíamos acabado pero en eso entró en mi de una sola estocada, me quedé sin aire una vez mas y salió de mi otra vez y así repetitivamente. Se me iba a ir el alma si seguía así, pero que no parara. Ahora que estaba contra una pared y aferrado a su almohada, temblando no quería que parara. Me estaba lastimando, si, pero no estaba para quejas.

Me tomó del cuello y me pegó a él dejandome sentir el sube y baja intenso de su pecho. Luego no recuerdo nada, no recuerdo cuanto tiempo pasamos así, solo sé que había llegado el tiempo en el que él ya se había cansado. Yo no soportaba mi cuerpo. Pero, debo admitir se sintió bien el hecho de que no me levantara la mano cuando creí lo haría.

— Jungkook –me volteé adolorido, quería abrazarlo ahora.

— Largate –ordenó cortante. Su mirada andaba perdida en el techo.

— P-pero... –él solo me tomó del cabello halandolo con fuerza.

— No me hagas repetirlo. Te advierto, Taehyung, no te irá para nada bien si me obligas a repetir lo dicho –sus ojos desprendían tanto odio.

Cerré mis ojos con fuerza mientras me tomaba de mis muñecas lastimadas. Se había puesto nuevamente encima de mi, sus dientes se clavaban en mi hombro y cuello hasta llegar a mi oído. Temblé al sentir su lengua en el lóbulo de mi oreja, estaba tan sensible en estos momentos, que su respiración se me hacía peligrosa.

— Pero si quieres volver, adelante... –abrí mis ojos rápidamente, tragué en seco y temblé aún más.

‘Debiste matarlo.’

‘Mátalo, ¡pronto!’

‘Mátalo ahora.’

‘Mata a su madre...’

‘Torturalo en su propia casa...’

‘¡Mátalo, mátalo!’

‘¡Descuartizalo!’

‘¡¡Hazlo pedazos!!’

Mis amigas, mi amigas las voces me insitaban a matarlo. Ahora no, no a mi presiado amor. Mis mejillas se calentaron al instante. Me solté de su agarre y le tomé del mentón delicadamente para besarle la comisura de los labios.

— Volveré pronto –dije despacio, así mismo me levanté y me vestí, para salir con cuidado de ese lugar en el que me había entregado a él sin percatarme.

¿Sentiría lo mismo por mi? Espero que si, le quiero mucho. Mi corazón late demasiado al pensar en él. ¿Acaso ésto es lo que todos le hacen llamar amor? Se siente extraño, pero se siente muy acojedor a la misma vez. Quiero verlo otra vez. No puedo esperar a que pasen las horas para volver a verlo y tocarlo.

El tiempo paso con muchísima lentitud, hasta que eran pasadas las 23. Estaba tan ansioso. Forcé la entrada con cuidado y entré a su casa. Escuché que se estaban bañando y me acerqué para ver que era Kook. Sonreí y vi toda su ropa por los suelos. ¿Le molestaría tomara su camiseta? No lo creo. La tomé con cuidado y fui rápidamente a su habitación. Su aroma estaba impregnado aqui. En su habitación me podía deleitar de su delicioso perfume. Escuché que abrían la puerta y poco a poco me volteé. Lo vi algo shockeado mientras yo me reicorporaba de esconder su camiseta. Me acerqué y le acaricié levemente la mejilla.

‘¡¡Mátalo!!’

Baje la mirada y negué.

— Necesito tú ayuda, Jungkook. ¡Porfavor! –me miró con seriedad. –Necesito me ayudes con mis ami-...

No me dejó terminar me había pegado en el rostro con muchísima fuerza. ¿Por qué me golpeaba? Me tomó del cuello de la camiseta y me acercó a su rostro. Nuestras respiraciones chocaban, y nuestros labios estaban a muy pocos centimetros de distancia. Me acerqué aún más para besarle pero me alejó un poco. ¿Qué le pasaba ahora? ¿Por qué no me dejaba que lo besara?

— Ven mañana, en la tarde, te llevaré a un lugar especial –me tomó del cuello y rápidamente comencé a exitarme. ¿Por qué el hecho de que me tomara del cuello me calentaba demasiado?

Ah, quería lo mismo de ayer. Su pene dentro de mi era doloroso pero muy exitante. Que solo me tomara del cuello me estimulaba mucho y el hecho de que pusiera mi cuchillo cerca de mi cuello era muy emocionante. Miró hacía abajo notando el bulto que se formo en mis pantalones. En ese momento aproveché para caer encima de él, su aroma era más fuerte ahora. Estaba aún un poco mojado por la ducha que se había dado.

— Kook –noté como se aferraba a mi camiseta lentamente.

Metí mis manos dentro de su pijama para tocarlo pero trato de separarse. Rodé los ojos y lo acorralé contra una pared. Cubrió su rostro y me golpeó el pecho. ¿Qué le pasaba ahora? Parece un niño asustado. Aquella sensación bizarra que él mismo había comenzado, me llegó a la mente y ¿Por qué no empezar otra vez con ello? Escuché un leve sollozo de su parte, pero ¿Qué más daba? No me importaba si estaba llorando.

— ¡Basta! –me empujó con fuerza y salió de aquella esquina en la que lo había puesto.

Sorprendido, lo miré con detalle ¿Qué le pasaba? Se había abrazado con fuerza y luego cubrió su rostro para sonreír con malicia. Daba miedo, debo admitirlo. No le encontraba sentido a nada de esto. Entré aquel silencio logré escuchar otro sollozo y luego una leve risa, seguido de un pequeño susurro el cuál no pude entender. ¿Qué le ocurría a éste chico? Me miró y se acercó a mi.

— Vete. Y recuerda que debes estar aquí a las 14 horas. Si llegas tarde o no te presentas aquí. Te voy a estar esperando con una linda y adorable sorpresa, mi querido secuestrador.