Ver tu maldito nombre y pensar que me detestas,
Desear que te tengo junto a mi lado,
No estas, y si estuvieras ¿me amarías?
No pensarte, ruego a mi débil alma y fracaso cada día.Perdóname por querete como te quiero,
Discúlpame por amarte de tal manera,
De tal manera que no puedo dejarte.
No puedo soltarte al bien de la vida.
Pues tu me importas y no sabes cuanto te quiero.¡Ay! Mi niño, si es que así puedo llamarte,
Si tan solo supieras el amor infito que tengo,
Si por un segundo sintieras el dolor provocado
Dime si soportarías el sufrir de mi alma.
Dime si no me escribirías del profundo de tu ser.¿Por que no desapareces y me dejas por fin?
¿Por que sobrevives a mis continuos ataques?
Y yo se que no lo sabes, yo se que no te importa.
Yo comprendo que no eres aquel que deseo.Pero me encuentro trasnochando.
Con un líquido en mis venas, me ayuda.
Me inspira a olvidarte pero de que manera.
Y ese líquido se esfuma en unas horas
Y renace tu amor y amanece tu querer.Y te odio cada día por vivir,
Y te anhelo junto a mi y solo para mi.
Comprende que no eres, mi dulce compañía.
Comprende que te quiero como el sol cada día.Así mi corazón se daña por verte,
Así mi vida me deja sin aliento,
Así mi ser me mantiene muerto sobre ti,
Así mi esperanza recae en el olvido.
YOU ARE READING
Laberinto de poemas
PoetryEscribir es un respiro, creo lo que deseo sin mirar alrededor, ni esperar una fortuna, ¿acaso es un engaño nada más? quién sabe... y si así fuera, ¡Oh por Dios! ¡Que buen engaño! -David Montiel