Episode 19

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Creo que todo lo que he pasado no ha sido más que una ridícula estúpides.

No sé en que momento comencé a tener sentimiento por Subaru. Nunca pensé que ese  albino titan, me pudiera gustar.

Al salir del baño me senté sobre mi cama y busqué mis botas para ponérmelas.  

Realmente me sentía extrañada ante las situaciones que he vivido en este lugar. A veces presiento que el haber vuelto solo abre heridas viejas y crea momentos que no se habrían dado si no fuera por regresar. 

Cogí mis cosas después de arreglarme el cabello un poco y salí con la misma. Cómo supuse, el albino amargado se había ido. Cerré mi casa con llave y comencé a caminar, a divagar por las calles hasta tomarme con un restaurante. 

Las luces eran blancas y por dentro tenía luz cálida, que dichosa combinación, se sentía acogedor, así que me senté en una de las sillas y me pedí una bebida fría, mi corazón por alguna razón comenzó agitarse, mis manos estaban sudando, no entendía el motivo por el cual me pasaba esto. Iba  a cancelar el pedido que había hecho, pero al levantarme un tintineo de la puerta principal llamó mi atención.

Era Subaru. Había soltado un suspiro sin darme cuenta y dije en voz alta "Hasta en la sopa tiene que estar."  En ese momento puede sentir la mirada de todos sobre mi, cómo si hubiera dicho algo malo. Miré de reojo y solo me acerqué para cancelar el pedido.  La persona que había atendido me dijo que ya lo estaba preparando y que tendría que pagarlo de igual forma. 

Con una cara fastidiada lo hice, pero realmente no quería quedarme ahí. Sentir cómo Subaru me observaba, me ponía nerviosa. Mis mejillas se ponían lentamente calientes y podía sentirme algo avergonzada por su "atención". 

-¿Te molesta tanto mi presencia? 

Al escuchar eso dirigí mi mirada hacia él. Con una cara de poco interés le respondí. -Me incomoda las mentiras, por lo tanto, sí. 

Pude notar una leve sonrisa de lado. -Entonces te debería incomodar tu existencia.

Con una cara de confusión lo miré. -¿Ah? ¿A qué te refieres?

-Si dices que te incomodan las mentiras, te incomodaría tu presencia a ti misma. Eres mucho peor que yo, mientes descaradamente con una mirada frívola, diciendo que "no recuerdo nada de lo que pasó", cosa que sí lo haces. 

Sentí como soltó esas palabras de forma arrogante. Pero tenía razón, yo también le mentí.

-¿Ahora te pareces a Ayato? Al parecer se te pego su egocentrismo. -Dije cruzándome de brazos.-

-No es egocentrismo, es decir las cosas como son. -Dijo secamente.-

-Ah, no me importa. -Dije girándome hacia la persona que me entregaba mi bebida. Le entregué el dinero y antes de irme dije unas palabras en voz muy baja.- "Tampoco me importas ya", con eso salí del lugar y caminé hacia un parque.

Había el típico columpio abandonado, el cual estaba solo, igual que yo. Me senté en el y comencé a tomar. Estaba el clima tranquilo, pero sentía como si una fuerte lluvia podría venir.

Sin darme cuenta comencé a tener un leve sueño. 

─;; los vampiros no se enamoran | ✓ editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora