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Otra mañana aburrida en mi vida tan divertida... El sarcasmo se me da genial...*-Pensé. Me levanté, me duché, y me puse unos leggins negros, una sudadera azul de adidas, mis vans azules, y pelo suelto. Fui a desayunar, y me encontré a mi hermano.

Miguel Ángel: Hola tata. ¿Te gusta cómo voy hoy?

Yo: Enano, siempre vas perfecto. -Dije dándole un beso.

Miguel Ángel: Gracias.

Fuimos a desayunar, cogimos la mochila, llevé a mi hermano a su colegio y me fui a mi instituto. No llegaba tarde, siempre voy puntual. En la entrada, me encuentro a mi amiga, Nazaret. 

Yo: ¡Nazaret! ¡Hoy viernes! ¿Quedas?

Nazaret: Me parece bien, me aburro mucho en mi casa...

Yo: Ya ves... Me pasa igual.

Nazaret: Que se venga tu hermano, me hace mucha gracia cuando me enseña a bailar.

Yo: Como quieras. 

Entramos a clase, y como de costumbre, todo pasó lento... Muy lento... Hasta que llegó la hora del recreo. Bueno, la media hora. Nos fuimos Nazaret y yo a un banco, y nos pusimos a hablar de famosos, hasta que salió el nombre de Abraham Mateo.

Yo: ¿Pero cómo es ese?

Nazaret: Esta bueno, es bueno, y canta genial.

Yo: Ya le diré a mi hermano que me lo enseñe. Mira, ya vienen a molestar la Rocío y sus perras...

Nazaret:Relájate, yo hablaré.

Rocío: Hola Nazaret. ¿Te vienes? Te puede ensuciar ese bicho... -Dijo señalándome.

Nazaret: No te describas Rocío, sabes que no me caes bien, por mucho que me digas que vaya contigo nunca voy a ir, me das asco.

Rocío: Ya cambiarás de idea algún dia. Adios Nazaret, adiós bicho.

Yo: Adiós bruja, adiós perras.

Nazaret: Pasemos de ellas.

Dos horas más y me iría a mi casa, comería y me iría a la calle. Joder, que asco de vida. Siempre recibiendo insultos por gente. Dices que te acostumbras pero no es asi. Al revés, cuando oyes más y más, sientes millones de punzadas en tu corazón. Marimacho, bicho, choni, cosas como esas me dicen todos los días de mi vida. Millones de amigos me piden saber quién me lo dice, pero no quiero decirlo. Al fin y al cabo, son mis movidas, ¿no? Además, conociéndolos, un parte se llevan y una denuncia. No ganaría una mierda, y ellos perderían. 

Nazaret: (TN), (TN) ¿Estás ahí? Ha sonado la campana, nos tenemos que subir.

Yo: Sí, perdón, estaba en mi mundo.

Subimos a clase, y seguíamos igual. Aburrido, cada vez que miraba al reloj, pasaba un minuto. Y un minuto. Y otro más... Hasta, que sonó el timbre. Oh dios, adoro ese timbre. Recogí las cosas y salí corriendo de esa asquerosa clase. Fui al colegio de mi hermano, y me lo encontré con unos niños, le estaban insultando, aparentaban unos 14 años.

Yo: ¿Qué hacéis, queréis una hostia?

Niño: Queremos un beso tuyo, y la gorra de tu hermano. 

Yo: Alomejor en vez de un beso, te llevas una hostia, y una patada en los cojones de regalo.

Niño: Uhh, al niño de mamá le tiene que defender una nena.

Yo: Que va, os tengo que defender a vosotros, por que como deje que él solo se defienda os quedais sin tener hijos de por vida... Vámos enano, son unos criajos, no merecen la pena...

Niño: Si estás deseando chupármela...

Yo: ¿No será al reves? Yo creo que deseas que te la chupe.

Les dejé en blanco, me llevé a mi hermano y me explicó que había pasado. Esos eran los niños que siempre le pedían el almuerzo, y las gorras. Ya le habían quitado una o dos. Cuando llegamos a casa, mis padres todavía no estaban. Tenía trabajo, asi que tuve que hacer la comida. Unos macarrones, la especialidad de la casa. Serví a mi hermano y a mi, y le pedí que después me enseñara a Abraham Mateo. Al fin y al cabo, sentí curiosidad.

Admítelo. (Abraham Mateo y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora