Capitulo 2

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Dulce se quedó sentada en su coche y lloró.

Sin trabajo. Sin marido que la apoyara. Sin
posibilidades de tener uno en el futuro.

Y con un bebé en camino.

Si hubiera escrito un guión de su vida, no se lo podría
haber ocurrido un final peor para ese día. En cuestión
de dos horas todo su mundo se había derrumbado.

«Falta de fondos... recortes de personal... ha sido una
decisión difícil de tomar...lo sentimos mucho... te
deseamos lo mejor...»

Aún podía ver las caras de los miembros de la
administración del colegio mientras la despedían con
la promesa de que si recuperaban fondos, ella seria la
primera profesora de preescolar que volverían a
contratar... El próximo otoño.

De ahí, había ido a la consulta del doctor segura de que
le diría que había interpretado mal los símbolos, que
la prueba estaba defectuosa o que tenía algún
problema hormonal. Por el contrario, el doctor Carter
volvió a la sala de observación con una amplia
sonrisa.

Doctor: Grandes noticias, Dulce. ¡Estas embarazada!

Se echo a llorar. Lloró mientras él le hacía la receta
para unas vitaminas, lloró mientras pedía cita para su
siguiente visita y lloró de camino a casa.

Oh, Dios. ¿Que iba a hacer? ¿Como iba a enfrentarse a
ello?

No le parecía real. No le parecía posible. Las palabras:
«Estás embarazada» daban vuelta en su cabeza y era
como si hubieran ido dirigidas a otra persona.

Embarazada.

Estaba sentada dentro del coche en el camino de
entrada a su casa; se permitió unas cuantas lágrimas
más se secó la cara y tomó varias decisiones.

Número uno: necesitaba un trabajo. Tenía una
hipoteca y aunque Anahí le pagaba el alquiler, sin su
salario como profesora pronto se quedaría sin dinero
para pagar todas las facturas. Eso sin mencionar que
necesitaba un seguro de salud para cubrir los gastos
del embarazo. En siete meses tendría otra persona de
la que cuidar y eso significaba que tenía que ahorrar
todo el dinero posible hasta entonces.

Otra vida. Las palabras volvieron a colarse con fuerza
en su cabeza y seguía sin comprender la situación.

Un bebé

La única cosa con la que había soñado tantos años y
que se habia imaginado al casarse con Pablo... Pero
Pablo dejó muy claro que los niños no estaban es
sus planes, ni ahora, ni después, ni nunca. Ese había
sido el principio del fin para ellos, el momento en el
que se había dado cuenta de que se había casado con
un hombre que no compartía ninguno de sus sueños
de futuro.

Ahora ella tenía el futuro que quería, pero estaba sola
y a punto de arruinarse. Ese no era del todo el sueño
que había imaginado. ¿Como podía haber acabado
así?

Siempre había tenido mucho cuidado con su vida,
había sido muy conservadora, para una vez que
había traspasado esos límites acababa embarazada,
sola y desempleada.

Suspiro,. Sacó otro pañuelo de papel de su bolso y fue a
por la decisión número dos.

El padre del bebé.

Podría no querer volver a verlo, podría querer fingir
que aquella noche en Las Vega nunca sucedió, pero
era imposible.

Tenía que decírselo. De algún modo. Y tenía que
hacerlo en los próximos meses.

¿Como reaccionaría Ucker? No lo conocía ni como
para saber como le gustaba el café por las mañanas,
así que mucho menos como para saber como
reaccionaría ante algo así.
¡Oh! ¿Que había hecho?

Embarazo en las vegasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang