Estaba confundido e incluso asustado de haberse equivocado con respecto a sus rescatistas. Intentaba calmar sus pensamientos para poder quedarse dormido y descansar un momento, pero parecía que no podría hacerlo.

En ese momento, unos ruidos demasiado extraños capturaron su atención, logrando que dejara de pensar en Zoe por un instante.

Thomas no tardo en identificar que aquellos sonidos provenían de debajo de las literas, se quedó quieto por unos segundos, pensando que probablemente era algunas máquinas o algo por el estilo.

Pero su curiosidad termino venciéndolo en cuanto escucho como susurraban y lo llamaban.

—Ey, ven. Aquí abajo.

Thomas bajo su cabeza para poder asomarse debajo de la cama, llevándose una gran sorpresa al ver a dos chicos, no tardo en reconocerlos, eran de los que les habían hablado, los dos adolescentes que llevaban más tiempo en ese lugar. El que estaba enfrente le hizo una seña a Thomas para que guarde silencio y vaya con ellos.

—¿Qué haces?

—Sígueme —ambos chicos comienzan a moverse dentro del ducto, dejando a Thomas demasiado confundido.

—Espera.

Thomas ni siquiera intenta pensar en que era lo que estaba pasando, gracias a su curiosidad él se apresura a salir de su cama e ir tras esos chicos.

—Por aquí, rápido.

Ambos adolescentes comienzan a conducir a Thomas por los ductos de ventilación, intentando llegar lo más rápido posible al lugar que deseaban mostrarle al castaño.

—Oye, espera. ¿Qué estás haciendo?

—Nos lo vamos a responder —le responde uno de los dos chicos a Thomas.

Los dos chicos siguen arrastrándose entre los ductos con Thomas detrás de ellos, aunque en ese momento el castaño estaba comenzando a arrepentirse de haberlos seguido.

Cuando Thomas gira en una esquina, se da cuenta que los otros dos ya se han detenido y miran fijamente por una de las ventanillas.

—¿Qué están haciendo? —uno de ellos rápidamente obliga a Thomas a que guarde silencio.

—Ven aquí —le ordena, señalándole la ventanilla. Thomas suspira cansado antes de acercarse a ellos para poder observar—. Mira.

Thomas se inclina y espera junto a ellos, sintiéndose un poco fastidiado por aquella situación, pensaba que tal vez esa excursión por los ductos de ventilación podría ser una pérdida de tiempo.

Pero todos esos pensamientos cambiaron en cuanto ve pasar por ese pasillo a la doctora que atendía a Zoe y Teresa, era la misma doctora que guio a sus amigas por aquel pasillo cuando ellos estaban en la cafetería.

Su curiosidad creció aún más cuando ve como otros enfermeros empujaban unas camillas con unos cuerpos que estaban cubiertos con unas mantas y unas especies de pantallas.

Los nervios y el pánico de Thomas en ese momento estallaron, tenía miedo de pensar que probablemente aquellas dos personas que estaban en las camillas eran sus amigas.

Los dos chicos nuevos levantan sus miradas para poder observar la reacción de Thomas en cuanto ven como la doctora abre una compuerta para que los cuerpos puedan pasar a aquella misteriosa habitación.

—¿Qué están haciendo?

—Vienen todas las noches sin falta con nuevos —le responde el chico de cabello castaño a Thomas.

RECLUTA A8: LA GUERRERA ─── the maze runner [EDITANDO]Where stories live. Discover now