Cap.16 La conversación.

1K 28 2
                                    

Mare

Para cuando llegó el lunes ambos nos encontrábamos mejor. Mis padres volvieron un día antes de lo prometido y eso me hizo más fácil eludir a Ethan y nuestra charla pendiente.

Los días han ido pasando, hoy es jueves y en todo lo que llevamos de semana no he coincidido con Ethan en ningún momento. Ayer vi algo triste a mi madre y esta mañana escuché algo sobre alquilar un pisito de soltero o algo así. ¿Acaso Ethan se iba a marchar de nuevo?. Una marea furibunda de diversas emociones en completa contradicción, inunda mi pecho, haciendo que quede sin aliento.

Alivio, molestia y duda me invaden a partes iguales. Alivio por que no tendré que verlo todos los días rondar por casa, ni aguantarme las ganas de lanzarme a sus brazos de nuevo.
Molestia por el hecho de que vuelve a irse sin darme ni una sola razón, después de prometerme que se quedaría y molesta sobretodo conmigo por creerle nuevamente.
La duda que tengo, es qué gana haciendo esto. Qué demonios gana jugando y rompiendo de nuevo mi corazón. Haciéndome ilusiones para dejarme destrozada y sola.

La rabia opaca los demás sentimientos. Mientras me pregunto una y otra vez, ¿cómo he podido ser tan estúpida?, ¿cómo he podido creer en él de nuevo, después de todo?. No me gusta pensar que soy una de esas mujeres que creen en la palabra de un infiel cuando les juran y perjuran que no las engañaran nuevamente y mientras están yendo de cama en cama. No me gusta la idea de que puedan jugar tan fácilmente conmigo.

- Mare hija- me llama mamá apoyada sobre el marco de la puerta de mi habitación. La miro un poco desconcertada mientras que ella me contempla con hastío. -Te he estado llamando un buen rato, ¿no me has escuchado?- me regaña con molestia.

Yo que aún me encontraba algo aletargada, dejo el libro que llevaba entre las manos, al que por otra parte no le prestaba la atención suficiente por culpa de Ethan, sobre la mesilla que se encuentra al lado de mi cama, me levanto y voy hasta la puerta.

Carraspeo -perdón mamy.., ¿decías?.

- Hay hija, ¿dónde tienes la cabeza?. -Exclama mamá rodando los ojos hasta el techo, suspira y continúa con su explicación. -Te llamaba para decirte, que esta tarde irás al piso de Ethan.

Intento protestar, pero ante mi gesto lo único que consigo es que mamá levante la mano con autoridad y me mande a callar.

- Ni tu padre ni yo podemos, así que solo quedas tú para ayudar.

- Que contrate a alguien, si tanto necesita la ayuda.

-Hija, él quiere acercarse de nuevo a ti. No sé que os ha pasado, pero estabais tan bien juntos. -La miro con horror ante sus palabras. ¿Acaso ese maldito idiota le ha contado lo nuestro?. Al ver mi expresión, mi madre se adelanta a explicarse. -Erais buenos amigos.

Un sentimiento para nada comparado al que he sentido hasta la fecha, se extiende por todo mi cuerpo al comprobar que mi madre parece estar de su lado. Lucho contra las palabras que se acumulan en mi boca, esforzándose por salir. Lucho por no soltar las palabras que tanto deseo decir pero que por otro lado de nada serviría. Resultaría infantil e inútil debido a que mi madre no sabe absolutamente nada de lo ocurrido entre Ethan y yo, y jamás se enterará, no por mí eso seguro. Pero antes de que pudiese controlar a mi propia lengua, las palabras salen sin control y con vida propia- Se fue mamá, eso fue lo que pasó. -Escupo con un tono ácido que hasta ahora jamás había escuchado en mi voz.

Mamá me mira con suma ternura, acaricia mi mejilla mientras dice- Mare, tenía sus motivos.

-¿Tú los sabes mamá?- pregunto con tal reproche que no le pasa inadvertido a mamá.

-Cariño, no era mi intención ocultártelo, pero su madre..-Se detiene a sí misma, apretando los labios como si hubiese cometido un error imperdonable, al hablar de la madre de Ethan.

- Su madre, ¿qué?. -Le animo a que continúe.

- No, hija. Ya he dicho de más..

- Pero si no me has dicho nada-le corto.

- Estoy segura que Ethan te lo contará. De hecho estaba deseoso por encontrarse contigo, pero nunca coincidíais. Vendrá por ti a la hora de comer, yo me voy a una reunión de la empresa con tu padre-dice para después girar y marcharse sin darme la oportunidad de hacerle más preguntas.

(...)

Dan las dos de la tarde, estoy sola en casa. Magda hoy no vino y el resto de los trabajadores tenían la tarde libre. Llaman a la puerta y quedo extrañada, ya que queda más de media hora para que venga Ethan a por mi. Voy hasta la puerta con la mayor lentitud que puedo, ya estoy vestida pero no me apetece nada, pasar la tarde con él. Abro la pesada puerta principal y ardo en deseos de cerrarla en la cara de la persona que está frente a mí, en el momento que la veo.

¿Por qué rayos tiene que venir Miranda a mi casa, no tiene vida?.

-¿Qué quieres?.

Una sonrisa se extiende por su rostro maltratado a base de cremas, la maldad brilla en sus ojos verdes y en sus manos de arpía sostiene una camiseta que me es muy conocida. Su sonrisa se extiende aún más y con más malicia, si es posible, al ver que la reconozco. Me tira la camiseta a la cara y con gran satisfacción me pide que la lave.

- Lávala tú. Ya que vive en tu casa y la querrá recuperar. La noche que volvió no dudó en pasarse por mi casa a hacerme una visita y no veas como sudamos.

No sé qué se me pasa por la cabeza, yo no soy así. yo no me peleo y menos por un tío que parece que no vale la pena. Pero me sorprendo tanto a mí misma como a ella, al estirar el brazo y darle el que resulta ser el primer bofetón. El inicio de la pelea.

El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora