Cap. 17 Por fin

1K 27 0
                                    

Ethan

Hoy por fin podré hablar con Mare y me tendrá que escuchar, ya que lo he organizado para que parezca que me ayudará a organizar mi nuevo piso. Nada más lejos de la realidad. Mi nueva casa ya está amueblada y con una cama comodísima, la verdad.

¿Que si es sucio utilizar a su madre para que Mare no tenga escapatoria alguna?. Puede ser, pero no me ha dejado alternativa posible. He jugado las cartas que tengo a mi favor y lo bueno de todo esto, es que me ganaré a mi suegra, antes de que ella misma sepa que lo es.

Si me preguntan, si estoy nerviosos.., como el mismo infierno. Las manos me sudan, el corazón me palpita desbocado y temo fastidiarla a la primera oportunidad que encuentre. Mare no me lo pondrá para nada fácil. Por otro lado, eso es lo que tanto amo de ella, me ha ganado poco a poco y sin siquiera pretenderlo. Es la única mujer que ha hecho que me sienta amenazado, ilusionado e intimidado. La única que me ha hecho buscarla un sin fin de veces. En definitiva, la única mujer para mí y lucharé por reconquistarla.

Abro la puerta de la casa de los Santiago y me sorprende ver en plena entrada como Mare se encuentra situada sobre Miranda, sin dejar de golpearla. Cuando abro la puerta, Mare mira en mi dirección y aprovechando la distracción, Miranda intenta golpearla, pero me lanzo hacia ellas y alzo de la cintura a mi chica, antes de que ella logre tocarla.

-Suéltame- me grita molesta. -Estoy harta de esta trepa.

- Por favor, no hagas nada. Cálmate- , le susurro en el oído cuando meto mi cara en el hueco entre su cuello y su hombro. Noto como cada vez pone menos resistencia a mi agarre, mientras voy dejando suaves besos en su hermoso cuello.

Levanto la mirada y veo como Miranda nos contempla con rabia, pero me da igual, en este momento tan solo me importa Mare. - Vete Miranda, no sé qué coño le has dicho, pero lo que sea sabes que es mentira. Jamás te tocaría.

- Ya lo has hecho querido. -Lanza satisfecha.

- Y fue un error, así que desaparece de mi vista o juro que te destruiré. -Le amenazo con la mandíbula en tensión, en un intento por contener mi propia rabia que Miranda no deja de avivar con su maldita actitud de niñata caprichosa. No permitiré que vuelva a dañar a Mare ni que nos vuelva a alejar. Cuando Miranda pasa por mi lado, pisando fuerte como cualquier niña mimada haría, la sostengo del brazo y me acerco a su oído para susurrarle una última advertencia- No te quiero cerca de ella.

-¿Es una orden?, -pregunta con burla.

-Tómalo como quieras.

- ¿Y si no te obedezco qué?-arremete con chulería.

- Atente a las consecuencias. -La suelto y tras unos segundos en los que no deja de fulminarme con la mirada, se va.

Pasan al menos unos minutos antes de soltar a Mare, pero aún así, sigo con las manos sobre su cintura, me niego a soltarla del todo. Ya está en el suelo y mucho más tranquila, o eso parece, pero cuando voy a acercarme a ella, se suelta de mi agarre, da media vuelta y me da una bofetada. La mejilla me arde y veo como Mare sacude en el aire su mano.
Nos quedamos en silencio sin apartar la vista el uno del otro y no comprendo cómo hemos llegado a esto.
¿Por qué todo parece estar siempre en nuestra contra?, ¿acaso nunca podremos estar juntos?. Por que me niego a ello. Me niego a perderla. Aunque me lleve toda la vida ganarme su perdón, serán años bien empleados, ya que al menos podré tenerla a mi lado.

- No sé qué te habrá dicho y supongo que estarás más que molesta, pero te recuerdo que me prometiste una conversación cuando estuviésemos en mejor condición de salud y me has estado esquivando. - Veo a Mare alzar la vista y mirar el techo con fastidio y no tarda en contestar.

El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora