Quiero escribirte de una manera que no pueda herirte. Resitarte un poema que no duela, pero no hay palabra para disfrazar la falsedad.
Mirar tus fotos duele con tus poses fingida al igual que tus sonrisas.
Nada rima en esta carta y tampoco en esto eres el culpable. La culpa es mia por intentar pegar lo que no rima al igual como pedí lo que no tenías.
La amistad es pura sincera y genuina, no se exige por eso hoy te dejo libre. Gracias por los momentos aunque fueron fingido y por las sonrisas aunque no fueron genuinas. Gracias por tu amistad aunque todo fue una falsedad.
