𝐿𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒹𝑒 𝒪𝒿𝑜𝓈 𝒜𝓏𝓊𝓁𝑒𝓈 [Leah Clearwater] (Cancelada)

{Capítulo 5}

~" Damas y caballeros, América Swan" ~

Soundtrack: A Little Wicked - Valerie Broussard

El agua se arremolinó alrededor de su cuerpo con una rapidez alarmante, el frío le caló en la piel hasta los huesos y sintió como la corriente marina amenazaba con querer arrastrarla.

América abrió los ojos, produciéndose un ardor molesto debido a la sustancia salina, miró a su alrededor con presteza, buscando a la joven nativa. Localizó el cuerpo inconsciente de la chica a un par de metros de distancia, nadó hacia ella y con suma ligereza la tomó delicadamente de debajo de sus axilas y tomó impulso hacia la superficie.

Apenas sacó su cabeza del agua, miró en dirección a la orilla, donde diviso una figura en las costas que estaba a medio meter en el agua. Nadó en su dirección, impulsando su cuerpo con la fuerza de sus piernas y el único brazo libre que tenía.

Cuando apenas logró hacer pie, comenzó a caminar en el agua, buscando sacar a la muchacha lo antes posible del agua. Seth llegó a su lado con rapidez, poniendo un brazo de la morena sobre sus hombros, repartiendo el peso con la Marín.

Acostaron a la chica en la arena y América tomó lugar de socorrista. Tomó de los hombros a la chica, la miró con detenimiento mientras una de su mano subía a su mejilla y la otra se posaba en su frente, tomando su temperatura, se horrorizó al notar lo frío que estaba el cuerpo de la joven y miró con preocupación a las personas que la rodeaban, quienes sólo miraban con asombro e incredulidad en dirección a la de rasgos latinos.

Sabiendo que no reaccionarían pronto, acercó su oreja a la nariz de la joven, notando que no respiraba; con decisión comenzó a hacer presión en el pecho de forma rítmica, como le había enseñado en las numerosas clases de RCP, se detuvo y miró por varios segundos a la chica, pero ésta no reaccionó. Apretó entre sus dedos índice y pulgar la nariz de la joven, tapando la respiración, y abrió su boca, se acercó al rostro de la joven, y con seguridad le dio respiración. Se separó y comenzó nuevamente los masajes RCP.

Repitió una vez más la acción y vio como la joven comenzó a toser, la colocó de costado, permitiendo que lanzara toda el agua que había en sus pulmones, y masajeó con delicadeza su espalda, notando la piel enfriándose cada vez más de forma alarmante.

Recostó a la joven en la arena y chifló dos veces, indicándole a Hades que le diera su llavero. Con la pequeña linterna iluminó los ojos de la chica, notando la mirada perdida. Estaba al borde de sufrir una hipotermia.

Miró nuevamente hacia la tanda de niños que le rodeaban, notando con suma preocupación que Seth era el único que parecía estar pendiente de lo que ella dijera. Con enojo clavó su mirada en el grupo de jóvenes.

– ¿Es que son idiotas o están practicando? – exclamó la ojiazul mientras tomaba a la muchacha en brazos– Ésta chica está a nada de ganar una hipotermia y ustedes sólo miran como retrasados, ¡Espabilen, carajo! Hay que llevarla a un maldito hospital– dijo con dureza mientras miraba fríamente a los jóvenes -o niños, por su aspecto que sólo demostraba que eran chicos de quince a dieciocho años con mucho músculo y poco cerebro-

Chasqueó la lengua al ver que ninguno se movió y miró a Seth, le tiró las llaves del auto y con voz fuerte dijo:

– Corre lo más rápido que puedas y acerca el auto, yo iré cortando camino, pero te necesito preparado–

El niño se dio a la carrera, dejando atrás con rapidez la playa. América aseguró a la joven en sus brazos y comenzó a caminar con cuidado pero rápido, necesitaba acercarse lo más posible, meter a la joven en el auto y llevarla a un hospital con urgencia.