Es sólo un diario de un Chico enamorado

Capítulo 11. Yo no quise hacerlo

        Hace algún tiempo...

13SEP2017 - 12:03m - Para ser sincero no esperaba verte ayer.

Quedamos en que me escribirías para avisarme si podía ir a instalar el programa que te sirva para trabajar en una materia que amo, y que espero también te guste. Cuando salía de clases, mi compañera no dejo que me fuera tan rápido como hubiera querido, tenía que salir a toda velocidad para trabajar en mis obligaciones de universitario, de las cuales me he desligado de forma bastante irresponsable. Pero mi compañera me detuvo, y como soy, por cortesía me quede un rato con ella y la invite a tomar algo, el refrigerio vespertino siempre cae bien.

Vislumbre una imagen tan hermosa como sorprendente, mientras me tomaba mi café. Un chico alto, con rostro de pocos amigos, guante de nitrilo en una mano y en la otra sosteniendo a nuestro amigo común (Aquella sombra), era mi querido flaco en compañía de un excelente amigo que compartimos los dos. Te vi y te salude fingiendo que no era sorpresa, que era un encuentro más del día, pero por dentro "me moría".

Intenté seguir conversando con mi compañera, pero cuando tú apareces, todo carece de sentido. Puedes pensar que no es así, trato de no abrumarte con este amor, mientras miro hacia otro lado insistentemente trato de evadir tus ojos, para no perderme en ellos, para no hacer una locura, te juro que es así.

Cuando terminé con mi compañera, que a propósito es muy amable (Me dijo que el jueves era el día más aburrido de la semana, pero que yo se lo alegraba. Me sentí muy bien de poder ser la alegría, así sea temporal de alguien. ¿Cuándo podré ser tu alegría, cuando me dirás algo parecido?) Me despedí de ella e inmediatamente los intercepté en la ventanilla donde despachan los productos ya pagos.

Los saludé, pero a ti te di un abrazo. Me encanta abrazarte, si pudiera abrazarte cada minuto lo haría hasta hastiarte. No era casualidad, en mi maletín dos peras y tres kiwis, los cargaba conmigo, pero no para mí. Esperaba poder dártelos, si te viera o si cumpliríamos los planes de ir a tu casa a instalar tu programa. Después de mucho hablar y reírnos de las ocurrencias que venían a colación, te pregunté sobre el tema, a lo cual me respondiste "Pues ya voy para mi casa..." Todo fue tan rápido.

Allí estaba en tu casa, llegue primero que tú. No podía creerlo, yo iba con la pura intención de ayudarte e irme rápido para no quitarte tiempo. Pero mi flaco ¿cómo podría? estabas tan adorable en esta ocasión, juguetón dañaste el guante de nitrilo haciéndome maldades, me despeinabas, y quiero pensar que me mirabas sin que yo te viera, tal como yo si lo hago. Me quedo mirándote tan fijamente como tus reflejos me lo permiten.

Estabas sentado junto a mí, tu abuelita acabada de despertar me llenó de ternura, conocí a tu hermanita, una bella adolescente, más bella de lo que suponía.

-Sentado a mi lado, hablamos por un rato, mientras te... ¡uisshh! ¡No me dejan escribir, estos compañeros de trabajo! Te dejo amor mío, luego seguimos. Ah lo olvidaba, Te amo. -

1:26pm - ya me dieron espacio.

Contaba que estabas sentado a mi lado, hablamos y me pusiste tu mano en mi pierna (imagínate mi cara sonrojada) pero no es lo que se piensa, sólo me contabas lo que otro hizo el día anterior contigo, fuiste acosado sexualmente por un infeliz al que envidio, sólo porque pudo tocarte. Me quedé tan preocupado por eso. No sé qué haría si te hicieran algo, mi corazón no está acostumbrado al sentimiento de odio, por lo que no se en realidad que haría.

También mientras estaba frente a tu computador, se conecta una persona de la cual no recuerdo ni el rostro. Me comentabas que era un desconocido al cual tenías agregado en tu red social con el fin de crear círculos de amigos con juegos online en común. Que por tus publicaciones salidas de tono, se te insinúo alguna vez. No es de extrañar, eres tan hermoso, tan apuesto que cualquiera un poco loco, sin escrúpulos y con más testosterona de la necesaria lo haría. Yo lo haría, sólo no lo hago porque el deseo que despiertas en mí no es tan fuerte como el amor que siento por ti.

Te considero demasiado y nunca te faltaría al respeto. Espero algún día poder sobrepasarme contigo pero que te agrade, que nos agrade a los dos.

Estabas tan cariñoso, no sé por qué te sentí más de lo normal. Ese último abrazo, ¡Dios! ¿Por qué fue tan rápido? traté de fundirme en ti por un instante, toque tu espalda, estaba húmeda. Me agradecías por lo que hacía por ti. ... Y yo por permitirme abrazarte me siento en deuda contigo.

No tengo las palabras necesarias que me permitan... (Acaba de entrar una señora de la empresa y me dice "el que sólo se ríe de sus picardías se acuerda" ¿Acaso es tan notorio?) Describir lo que siento cuando me abrazas, quisiera vivir fundido en un abrazo contigo.

Y así a las 2:00am ahí estaba pensando en ti. Y proponiéndome no escribirte y no lo haré. Lo que pasó no fue mi intención pero de verdad, desde lo más profundo de mí ser le agradezco a Dios, al cosmos o a la casualidad este encuentro es para mí tan bueno, mi corazón se siente relajado cuando estoy contigo. Me haces ser mejor, mi amado.

Yo no quise quitarte tiempo, en serio no quise hacerlo. Pero gracias por ese abrazo.

Tu: "Tan bonito,... y no, no me dejo manosear Jajaja Yo te quiero mucho :)"

Esas palabras me deben sustentar hasta la próxima vez. ¡Por favor! no dejes que nadie se te acerque, no dejes que nadie te enamore. Soy tal vez el menos interesante y el menos apuesto de tus pretendientes, pero no creo que exista alguien que te sienta como yo lo hago. Te amo mi flaco y desde ya, te extraño.