EL CHICO A MI IZQUIERDA

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SAVANNAH

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SAVANNAH

Siento la mano de Justin acomodarse en mi cintura apegándome a él.

—¿Como les fue? — pregunto.

—Bien de hecho creo que ganaremos el próximo partido.

—Me alegro.

Mi sonrisa se borra cuando veo la cara de mi amiga, su mirada me volteo a ver y articula con la boca lo que yo adivino que dice Son Ellos. Mire a la dirección en la que sus ojos me señalaban donde en la máquina de refrescos se encontraba uno de los chicos quien acompañaba a la directora Petrova el día de ayer y justo miraba a nuestra dirección o más bien dicho a Nikki. No tardo en juntarse el otro chico quien miro a donde su amigo observaba y cuando sus ojos encontraron los míos baje la mirada.

Odio ser tan tímida.

—Oigan... ¿ellos no son los nuevos? — pregunta Justin atrayendo la atención de los demás.

—Ulala— exclama Jess y Nikki le golpea el hombro.

—¿Qué? Solo digo lo que mis ojos ven.

—¡Jessica! — exclamo.

—Tranquila, solo tengo ojos para mi Beni.

—Oí a un ángel cantar mi nombre— aparece Ben el novio de Jess quien no tardo en besarla. No puedo creer lo empalagosos que son esos dos.

—¿Cuándo llegaron? — pregunta Adam refiriéndose a los dos novatos.

—Oí que llegaron ayer por la tarde— comenta Justin.

—De hecho, yo y Savannah los vimos ayer.

Le di una mirada asesina a Nikki quien me miro con una cara de ¿Y yo que hice? Por suerte los chicos no volvieron a preguntar y se concentraron en otra cosa.

Suena la campana provocando que todos recogiéramos nuestras cosas para irnos.

—¿Te veo luego? — pregunta mi mejor amiga acomodase la mochila sobre el hombro.

—Claro— ella me lanza un beso como siempre tan cariñosa y luego se va corriendo detrás de Jess.

Mi novio me jala de la cintura y deposita un beso en mi mejilla.

—Te veo luego nena.

Lo veo alejarse junto a Adam para luego coger mi camino hacia clase de historia y para mi mala suerte voy llegando tarde. Al llegar veo que la mayoría de los asientos están ocupados, pero uno casi al fondo no, asique aproveche y lo tome. Al sentarme un aroma a menta entra a mi nariz atrayendo por completo mi atención.

Me doy cuenta de que el olor proviene cerca de donde estoy y las únicas personas son la chica detrás de mí y el que está a mi izquierda. Al descartar a la chica pongo atención al chico a mi lado, resulta que es uno de los nuevos.

Su piel es bastante pálida, cabello marrón peinado a un lado. Su vista puesta sobre el cuaderno en su mesa. No sé cuánto tiempo llevo observándolo, pero el voltea a verme y encuentro una mirada azulada como si estuviera viendo al mar mismo, me es imposible no despegar mi vista de sus ojos y luego él hace algo que no me esperaba... sonrió.

Desvié mi mirada casi de inmediato, aunque me hubiera gustado seguir viendo su linda sonrisa. Al tocar mis manos noto que se encuentran sudando, mi respiración agitada y el corazón acelerado.

¿Qué me está pasando?

La clase inicia y trato con todas mis fuerzas concentrarme, pero una ligera picazón en la parte de atrás de mi cuello no me lo permite. Por el rabillo del ojo miro al lado y descubrí que el me observaba. Trague grueso mirando hacia otro lado.

—Deberán contestar esta serie de preguntas acerca de lo que es la revolución francesa.

La voz del profesor me saca de mis alocados pensamientos.

—Pero para este proyecto trabajarán con el compañero de al lado, nada de quejas.

Eso no evitó que muchos quejidos se esparcieran. Maldecí por lo bajo cuando sentí devuelta su mirada puesta en mí.

—Ya que serás mi compañera me gustaría saber tu nombre — me obligue a voltearlo a ver tratando de parecer normal o que los nervios no aparecieran.

—Me llamo Savannah.

—Lindo, es un placer me llamo Dylan — el me extiende la mano que luego estrecho. El profesor pasa enfrente de nosotros y nos entrega el folleto con las preguntas. El resto de la clase nos pasamos discutiendo donde nos reuniríamos.

—Entonces a las tres en la cafetería.

—Si.

—Ahí te veo— dijo agarrando su mochila justo a tiempo en lo que suena la campana. Salí detrás de él y en la entrada me encontré a un sonriente Justin esperándome.

 Salí detrás de él y en la entrada me encontré a un sonriente Justin esperándome

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Entre BalasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora