"Orden del Hokage (Kakashi x Anko)"

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Tipo de historia: One-shot

Después de que dieran las tres de la madrugada, Kakashi Hatake salió de la fiesta de la boda de Naruto y Hinata porque, al menos para él, ya había acabado la celebración. Sabía que la fiesta seguiría hasta que saliera el Sol, pero él ya estaba cansado y pensó que era mejor ir a descansar, aunque antes de ir a casa, decidió ir a dar una vuelta por la aldea.

Mientras caminaba, pensaba en lo feliz que había estado en las horas que él estuvo presente, y en cómo sería amar y ser amado de la misma forma, así como su alumno y Hinata. Sonrió tristemente, pensando en que eso jamás le pasaría, porque la persona a la que él quería estaba lejos de su alcance. ¿De verdad una mujer de su talla se enamoraría de un hombre de treinta y tres años que no tiempo ni para sí mismo? Si no lo hacía ella, menos otra mujer.

Kakashi iba pasando por la entrada de la aldea cuando vio a Izumo y Kotetsu charlando alegremente, así cómo a una mujer de cabello púrpura dormida, apoyada contra un árbol cercano. Rió por lo bajo y después de saludar a los ninjas que platicaban, se acercó a la mujer que dormía plácidamente. Se puso en cuclillas a su lado y la miró fijamente unos segundos.

—Deberías de estar cuidando la entrada, Anko—le dijo en un susurro.

La mujer de cabello morado se despertó sumamente sobresaltada después, miró a su superior y alzó su puño para golpearlo. De inmediato se retractó y puso su puño sobre su pierna debido a que no podía golpear al líder de la aldea.

—Es cierto, ya eres Kakashi-sama—dijo Anko algo enfadada.

—No me llames así, por favor. Sólo Kakashi.

—No me importa.

—No te vi en la celebración de la boda—el Hatake abandonó su tono de voz irritado por uno de desconcierto.

—No tuve ánimos de ir—dijo la Tokubetsu Jōnin con tristeza.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Puedo saber? —la preocupación en la voz de Kakashi confundió a Anko, incluso a él mismo por estarse mostrando así ante la chica que creía que jamás se fijaría en él.

— ¿Puedo saber por qué te preocupas? —la mujer de ojos marrones levantó una ceja.

Kakashi se sobresaltó y después sonrió nervioso. Tenía miedo de lo que pensaría ella.

—Es normal que el Hokage se preocupe por su gente—dijo para salvarse de una vergonzosa situación.

—Da igual, contesta—dijo Anko seria.

El de cabello plateado suspiró. No le quedaba de otra, además, así podría saber si ella sentía algo hacia él, que de todos modos dudaba de que hubiera algo.

—En las bodas hay felicidad, no entiendo porque no tuviste ánimos de ir—dijo el Sexto Hokage tratando de justificar su respuesta enmascarada. Aún no tenía el valor de decirle a Anko francamente cuál era su intención.

—No quería sentir celos de Naruto y Hinata.

— ¿Celos? ¿Por qué sentirías celos de ellos?

Kakashi, demasiado interesado en descubrir el motivo, se sentó a un lado de Anko.

—Es porque no puedo ser feliz con la persona que deseo.

— ¿Es por eso? —el Hatake se sintió aliviado de que ella lo entendía, aunque no sabía de qué hombre se trataba.

—Sí.

— ¿Qué te parece si te preparo un té en mi casa mientras me cuentas un poco más? También te gustan los dangos, ¿no? Creo que tengo algunos en casa—quería hacer sentir bien a Anko, aunque se maldijo por decir todo de forma apresurada.

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