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Renesmee hizo ver a Garrett la verdad al igual que a los nómadas  que Garrett había traído. Incluso confederados amigos de Jasper.

Había tantos ojos rojos en la mansión que era obvio la inconformidad en el hombre lobo.

-¿demasiados pálidos para ti? -, hablo con burla la vampira recargandose en la pared junto al hijo de la Luna.

-al menos no todos me caen mal -, sonrió el chico mientras veía a los muchos vampiros -, ya eran demasiado con los Cullen y ahora hay casi 18 vampiros aquí -, el joven vio por el rabillo a ciertos ojos rojos que lo miraban con demasiada atención-, y eso sí le agregas que ciertos ojos rojos te ven como si quisieran arrancarme la cabeza

La vampira no entendió hasta que su visión fue hacia cierto castaño que miraba a ambos con demasiada atención.

-hasta aquí siento su amenaza de que no me acerque a ti

-no exageres Garrett siempre vee a todos así

-si como no-, el chicos busco a Renesmee con su mirada la cual estaba viendo fuera de la ventana, era obvio que desde que Irina vio a Renesmee en el claro habían intentado que la niña no saliese.

-si quieres te acompaño, se ve que la pequeña necesita salir

El chico asentio y se acercó a la madre de la hibrida, está asintió dudosa. Jacob tomo a la niña en brazos. Evangeline tomo la pequeña chaqueta de la niña y los tres salieron y rápidamente desaparecieron.

*Garrett*
Era sorprendente el pequeño ser llamado Renesmee. Realmente es pequeña, encendio su curiosidad.

Pero algo más acaparaba parte de su mente.

Evangeline.

Hacía décadas que no la veía, la última vez que estuvo con la vampira fue hacia ya 100 años en Francia.

[Flashback]
Las sábanas acariciaba mi piel, era una de las aquellas noches frías.
Pero él no sentía aquel frío, pero si sentía el cuerpo a su lado.

El cabello castaño cubría la blanca espalda de Evangeline. Hacía unos días que llegaron a París. Y reglamenten se la pasaban el día teniendo sexo y en la noche salían a conocer la cuidad. Y se había enamorado de la cuidad. Pero realmente quería volver a casa.

-¿Que tanto piensas Garrett?-, los grandes ojos amarillos de Evangeline lo miraban atenta

-tu puedes saberlo -, sonrió con picaria

-sabes que no me gusta meterme en la mente de nadie y menos en la tuya.

-no pienso en nada en realidad-, el vampiro se acostó a lado de la mujer.

-sabes que conmigo no sabes mentir

-quiero volver

La vampira no dijo nada, Garrett temió que la mujer se enfadara por arruinar sus vacaciones en París. Sintió a la muchacha moverse y complicarse sobre su pecho. Y viendo directamente a los ojos.

-¿Crees que me enojaría por eso?

-¿no que no leias la mente? -, hablo elevando su ceja.

-no necesito leer tu mente, te conozco.

Una sonrisa se formó en los labios del patriota americano, su mano fue a la nuca de la mujer y choco sus labios. Realmente disfrutaba de aquellos momentos con Evangeline.

1 día después:
Nos encontrabamos en un teatro, ambos venimos a ver una obra para despedirnos de la cuidad. Muy poca gente venía a este horas al teatro así que no tenían que preocuparse porque los descubrieran.

Te Esperaré Cien Años MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora