Sanando el corazón. [S#1]

Capitulo 15.

NOAH.

Encontrar a una chica para que salga conmigo en menos de tres horas es realmente sencillo para mi.

Tuve que recurrir a Alice Stuard rápidamente para sacar a Carter Brewford de mi mente. Necesitaba alejar a esa chica problemas de mi cabeza y de mi vida, esa chica es un mar de complicaciones que tengo en mi vida desde que llego y lo único que puedo pensar es que siento que me gusta mucho la complicación.

Pero se que meterme de nuevo en la complicación implicaría regresar al pasado, volver a ella. Volver a lo mismo y volver los traumas pasado que llegue a vivir, lo doloroso y feo que la pase.

Tuve que llamar a Alice, para entrar de nuevo a mi vida. Recuperarla antes de que esa chica de ojos azules entrara en mi camino. Ya me había acostado con ella en una fiesta de por ahí, pero no la había vuelto a buscar.

No me gusta repetir.

Alice Stuard es muy guapa, una porrista realmente buena en todos los sentidos. Se sorprendió cuando la llame, y es normal, pero de todas de mi lista de contactos se me hizo la más... prudente.

No se me hacía raro encontrar a Carter aquí, pues aquí trabaja. Pero no quería hablar con ella, si quería cerrar esa página, era mejor dejar que ella tomara su camino y yo el mío. Que siguiera cada quien con su vida.

Lo raro de todo esto es que, ella estaba nerviosa. Pude darme cuenta de su expresión al ver que la había cagado con el agua. Se que quería decirme algo más, lo sentí. Pero Alice llegó antes de que Carter pudiera hablar. Esa chica creo que se sintió intimidada por Carter, pues, al verla, sonrió con aquella malicia que tiene en sus ojos y junto sus labios con los míos.

Estaba sorprendido, pero no quería que Carter lo notara. Así que le seguí el juego. La bese como si Carter no estuviera ahí. Besaba bien, honestamente. Labios suaves y delgados, y tenían un sabor a ese labial que usa, una especia de chicle con combinación de un sabor muy culero.

Al separarnos, Carter seguía ahí, con una cara sorprendida e incómoda. Observándonos con la boca entreabierta. Alice frunció el ceño al verla aún parada.

—Cierra la boca nena, te entran moscas. —le dijo Alice con mal tono. No me gusto lo que le dijo, pero no quise decir nada. No quería asuntar.

Carter parpadeo un par de veces—cosa realmente graciosa— y cerró su boca y volvió a mirar la libreta sin razón alguna.

—Lo siento, vuelvo enseguida.

Carter desapareció de nuestra mesa, Alice la siguió con la vista con los ojos entrecerrados. Después, volvió a mi y me miró con su risa juguetona de siempre. Que coqueta y descaradas se vuelven las chicas cada vez más.

Se sentó al lado de mí y sostuvo mi mano junto  la suya.

Sus manos sudaban.

Me fue algo incómodo pero no la quite, se sentía muy húmeda pero era mejor guardármelo.

—Me alegra que me hayas llamado, Noah, estaba esperándote desde hace unas semanas para que lo hicieras. —dijo con una sonrisa jugueteando sus dedos en la palma de mi mano.

Por alguna razón, me sentía incómodo, no me gustan mucho las demostraciones de afecto, siempre que una chica lo hace, las aparto.

—Lamentó no haber llamado, estaba ocupado, nena.

Ella sonrió de lado a lado. Sus mejillas estaban ruborizadas. —¿Y si vamos al cine o a un lugar más privado, Noah?

Con que eso quería.