DESPUES - XXXVIII ; The One That Got Away.

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-Está frio-Me comentó la rubia.

-Ah-Solté sin emoción alguna, tomando asiento junto a aquella mujer.

-¿Eres el padre?-Me preguntó la mujer, mientras encendía la pequeña pantalla.

-Sí.

-Son preciosos-Comentó-Su bebé será uno de los bendecidos por la genética.

No hice ningún comentario al respecto, y encendí mi teléfono para ver la hora. Tenía otra llamada perdida de Margot, la décima durante aquel día. No podía dejar de pensar en ella.

-¿Ese es el bebé?-Preguntó Kara. Levanté mi cabeza y observé aquella pantalla.

Ahí no había una mierda, eran solo sombras.

-¿Esto es una broma?-Cuestioné-¡No hay nada allí!

La anciana rió.

-Es demasiado pequeño, tiene apenas unas semanas-Informó-¿Puedes ver ese pequeño bulto?

-No-Respondí.

-A la derecha, amor-Dijo Kara, provocándome que me sobresaltara. No respondí, no quería armar otra escena.

-No tiene forma-Solté, una vez que logré localizar aquel bulto. La anciana rió una vez más.

-Claro que no-Suspiró-A medida que el tiempo pasa, se irá desarrollando. Lo notarás en los próximos ultrasonidos.

No podía dejar de observar aquella pantalla, no entendía como, ni porqué, pero algo se removió dentro de mí. Y el pensar en tener un pequeño bebé en mis brazos logró sacarme una sonrisa. Tal vez no era de la forma que lo deseaba, ni con la persona correcta, pero iba a tener un hijo.

Un sinfín de cosas daban vueltas en mi cabeza, no podía dejar de pensar en Margot y en como afrontaría esto. Entendería si quisiera dejarme, al final no hacía más que lastimarla.

Entonces me prometí a mí mismo una cosa, no cometería los mismos errores con mi futuro hijo, o hija. Estaría presente en cada momento de su vida, aun si aquello significaba sacrificarlo todo.

Tal vez aquella era una prueba a superar, o una nueva oportunidad para hacer las cosas bien con alguien. No estaba seguro de que se trataba, pero no iba a fallarle.

-¿Estás llorando?-Preguntó Kara, tomándome la mano. Y asentí.

La rubia no hizo más que sonreír, el ultrasonido terminó luego de unos minutos y nos retiramos en silencio después de habernos despedido de aquella anciana llamada Stella.

No dije absolutamente nada hasta el trayecto a su apartamento, me encontraba desconcertado y algo asustado. No sabía con certeza como afrontaría todo lo que podría llegar a suceder de allí en adelante.

De una sola cosa estaba completamente seguro, mi hijo tendría al mejor padre de todos. Porque estaba dispuesto a hacer lo imposible con tal de que las cosas salieran bien, con tal de darle el amor del cual era digno.

-¿Tienes algo para decir?-Preguntó Kara, de pie frente a mí.

-Tengo demasiadas cosas para decir, Kara-Solté-Pero ninguna te hará sentir bien.

-Podré soportarlo-Se encogió de hombros.

-No voy a perder tiempo contigo.

-¿No?-Cuestionó, quitándose la blusa y el sujetador-¿Estás seguro de eso?-Se acercó a mí lo suficiente como para que su pecho desnudo quedara sobre el mío. Tomó una de mis manos y la llevó a su trasero-Tócame, Harry.

FOUND | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora