PUEDES LLAMARLO COMO QUIERAS

338 18 11
                                    


PUEDES LLAMARLO COMO QUIERAS

En ese momento, en el momento que tengo a ambos enfrente, a ambos acorralándome sin dejarme salir me siento ahogada. Tengo ganas de salir huyendo y no lo hago porque ellos me impiden el paso.

Me quedo estática viéndoles, viendo como me miran esperando una respuesta por mi parte, una respuesta que no sé muy bien cuál debo darles. Ellos quieren la respuesta ya, pero yo... Yo aún no sé qué es lo que quiero. No lo sé y solo quiero salir corriendo.

Mi mirada viaja a Isco. Ese chico moreno, con ojos brillantes y una barba que le hace tremendamente sexy. Ese chico que me revolucionó de arriba a abajo, bueno aún sigue revolucionándome. ¿Pero cómo no hacerlo? Es un chico maravilloso y que con una simple mirada me tiene ya ganada.

Viéndole mi mente viaja a los recuerdos que tengo guardados y atesorados en mi cabeza y en mi corazón, porque aunque quiera o no, Isco está metido en mi corazón y no puedo ni quiero sacarlo. En especial me viene un recuerdo a la mente...

Inicio del Flashback

No veo nada, absolutamente nada. Todo está oscuro y no puedo evitar ponerme nerviosa. De repente siento una mano sobre mi pierna.

- Tranquila, no te pongas nerviosa. ¡Ni que te estuviera secuestrando! - me dice Isco riéndose.

- Ya claro, muy gracioso pero soy yo quien está con los ojos vendados sin saber a dónde vamos - le respondo mientras me cruzo de brazos.

- Es una sorpresa, ten un poco de paciencia. Sé que te gustará, además ya queda poco para llegar - me intenta tranquilizar Isco.

Y es que de repente apareció en mi casa y casi me saca arrastras de mi casa. Lo único que me dice es que me quiere llevar a un sitio, que es una sorpresa y que me tengo que poner una venda en los ojos y subirme al coche. Pero sobre todo, lo que tengo que hacer es confiar en él. Aunque ahora me estoy arrepintiendo un poco de haberme subido, ¡Llevamos en el coche casi dos horas! Y me muero de calor.

Al cabo de unos minutos, aunque para mí fueron horas, Isco aparca el coche y sale de él.

- Vamos, ya hemos llegado. Coge mi mano - me dice al abrirme la puerta del coche.

Me ayuda a salir del coche y me lleva agarrándome por la cintura a algún sitio. Me deja quieta en un segundo y se va, alejándose de mí, no sé a dónde.

- Puedes abrir los ojos - me dice Isco al oído provocando que se me erice la piel.

Me quito la venda y abro los ojos y lo que observo a mí alrededor me deja boquiabierta. Le miro sin poder creérmelo y él me observa riéndose.

- ¿Te gusta? - me pregunta.

- ¿Pero qué pregunta es esa? Pues claro que me gusta, me encanta - le respondo mientras comienzo a andar.

Y es que Isco me ha llevado al paraíso. Todo a mi alrededor es verde, árboles, montañas... y en el medio de toda esta naturaleza un precioso lago con una hermosa cascada.

Al girarme veo que Isco está tendiendo una manta en la hierba y me acerco hasta él. Le ayudo a colocar la manta y veo que ha traído un picnic, así que comemos tranquilamente mientras hablamos de cualquier cosa. Con él siempre me ha resultado fácil hacerlo.

- ¿A qué no te atreves? - me pregunta Isco mientras mira al frente.

- ¿A qué? - le pregunta haciéndome la tonta porque sé lo que quiere decir.

No me retes. No me rindo - Marco Asensio e Isco AlarcónWhere stories live. Discover now