Gracias.

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Brandon desperto sintiendo el pesar de la mañana sobre todo su cuerpo y los rayos del sol iluminando su rsostro, dío un largo bostezo mirando a su alrededor, la habitación estaba vacía, solamente estaba el, le parecio extraño que no hubiera nadie ya que siempre era el quien despertaba primero. No le dío importancia y se levanto de la cama, le echo un vistazo a la vieja mesa de noche que se encontraba al lado de su cama, saco la gabeta y se aseguro de que el viejo sobre siguiera ahí, desgastado y con algunas manchas, pero seguia ahí.

El chico salio de la habitación acomodando su franela negra abierta sobre su camiseta gris, observo a su alrededor y todo seguia igual de vacio, eso ya le empeezaba a preocupar, bajo rapidamente las escaleras en dirección al patio debido a que era el sitio más frecuentado.

Abrio la puerta, como esperaba ahí estaban los pocos niños que quedaban, todos formados en varias filas y dos mujeres al frente de los chicos acompañadas de un hombre dando un discurso que Brandon prefirio ignorar, le llamaba más la atención el "porque" de la situación y del que no estuviera informado.

Se acerco al grupo de los chicos de su edad y encontro a Tyler asomandose por sobre los demas.

—Hey, Tyler, ¿que pasa? —preguntó Brandon al tenerlo cerca.

-—Tal parece que estan seleccionando a los chicos para la transferencia de orfanato.

—¡Ahora nombrare a los siguientes que seran transferidos! —anuncio el hombre a voz alzada.

Brandon dejo de prestar atención ya que no habian muchas personas que le importaran dentro de ese orfanato, solo a esa pequeña niña de cabellos dorados, Alicia, talvez ella fue lo más cercano a una hermana para Brandon.

—Brand —dijo Tyler colocandose frente a él con una expresión de susto.

—¿Que pasa? —pregunto Brandon confundido.

Tyler solo le señalo al frente, el hombre lo estaba mirando fijo, al igual que los otros chicos y las dos mujeres, todos los ojos estaban fijados sobre el.

—Te nombraron —informo Tyler, ofreciendole una mirada de lastima, Brandon solo fruncio el ceño en una expresión de disgusto y confusión, volvio a ver al hombre que le seguia sosteniendo la mirada.

—Te vendremos a buscar en la mañana, ve preparándote —dijo el señor indiferente.

Brandon metio las manos en los bolsillos de su franela y camino tranquilamente dentro del edificio, una vez adentro se dirigio a su cuarto de la misma manera sin alguna pizca de emoción o sentimiento, cerro la puerta de su habitación y luego no se escucho algún sonido, solo silencio total.

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El oleaje de la larga cabellera rubia de la pequeña niña de seis años recorrian los pasillos con rapidez, la preocupada expresión en el rostro de la niña era completado por unas lagrimas que amenazaban inminentemente con caer en cualquier momento. Cruzo la esquina y abrio con fuerza la puerta de la oficina, Silvia se asusto de la repentina intrusión, miro el adolorido rostro de la pequeña y su temor incremento, antes de que pudiera preguntar, la niña ya le había quitado el derecho de palabra.

—¡¿Brandon se va?! —preguntó la niña con su voz chillona sumida en temor.

Silvia la miro y suspiro cerrando sus ojos, la noticia tambien le dolia a ella, y por supuesto que esa niña se sentiria mucho más dolida, Brandon era lo más cercano a un familiar que esa pequeña tenia. La chiquilla al no oir respuesta abandono la oficina y se dirigio a la habitación de Brandon a toda velocidad.

Shadow: Los inicios de un heroe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora