The Waitress

PARTE 5 [ULTIMA PARTE]

Ya habían pasado unos quince minutos y _____ seguía llorando. Joder. Estábamos en sentados en su sofá, su cabeza descansaba en mi pecho. Yo acariciaba su cabello, depositaba besos sobre su frente y eso la hacía llorar más en lugar de tranquilizarla.

 

Recordé las palabras de mi madre. “Cuando la mujer llorar en los brazos de un hombre, es que tiene la confianza y se vuelve la persona más frágil y vulnerable”

 

Ella confiaba en mí, tuvo la suficiente confianza para soltarse a llorar en mis brazos. Sonreí leventemente. Me parecía un gesto adorable, todo de _____ era adorable. Me gustaba y no iba a negarlo, no me iba a comportar como todo un idio.ta y alejarme de ella. Yo la quiero a mi lado y es que ella provoca una sensación que nunca había sentido, algo nuevo y quiero sentirlo para siempre.

 

Su llanto había cesado. Su respiración era tranquila. Tome de su cabeza y la mire. Sus ojos estaban rojos, sus mejillas sonrosadas. Qué bonita. Se tallo los ojos y suspiro queriendo decir algo pero parecía que las palabras no lograban salir, decidí tomar el primer paso.

 

-Hey, parece que estas mejor –entrelace mi mano con la suya- Sera mejor que te olvides de….ya sabes. Vine aquí a decirte algo muy importante.

 

_____ guardo silencio esperando a que yo siguiera hablando.

 

Me aclare la garganta. Me sentía nervioso. ¿Qué le diría?

 

“Creo que te quiero” “Desde el primer día en que te vi me gustaste y ahora solo quiero que seas mía para siempre”.

 

-_______. Esto es algo raro de mí. Nunca lo había hecho, normalmente ya te habría olvidado pero simplemente no puedo. Tú eres… -no encontraba las palabras. Ella era perfecta- distinta. Tú eres diferente a las demás. Eres preciosa, dulce, tienes un gran corazón. Si me dejaras, lo único que haría sería cuidar de ti.

 

______ me miraba. Sus ojos se habían llenado de lágrimas de nuevo pero no de tristeza, su mirada reflejaba emoción. La había hecho llorar de felicidad.

 

Espera a que dijera algo. Todo era silencio. _____ bajo la mirada, me sentí decepcionado. Ella no quería nada conmigo y la entendía. Era muy rápido, prácticamente le había dicho que la quería dos días después de conocerla.

 

Me prepare para salir de ahí con el corazón hecho pedazos. Otra vez.

 

-Yo…yo…yo también te quiero, Justin –susurro- Y además, deberías saber que soy tuya desde el momento en que te vi.

 

No sabía cómo reaccionar después de que ella dijo eso. Pero si sabía que en ese momento, justo en ese instante, en ese departamento. Me convertí en el hombre más jodi.damente feliz del planeta entero. ______ era mía. Ella lo había dicho y supongo que más tarde llegaríamos a ser algo más. Así como ella se convirtió en algo más que una simple apuesta. Se convirtió en la única persona que me hace sentir bien solo con su presencia y que cuando ella no está a mi lado me siento tan triste, como si algo me faltara. Ella es todo y lo único que me importa en este momento.

 

Llamaré a Alfredo y le daré las gracias llevarme a cenar a Lyni’s. El me preguntara por qué y yo simplemente le contestaré.

 

-Alfredo, es ahí donde conocí un sentimiento tan desconocido y olvidado por mí. El amor.