Su Parabatai

Manjar Prohibido

Luego de 4 años Kashline y Jonathan habían aprendido más de 378 formas para matar tanto subterráneos como Nephilims, pero Kashie se preguntaba por qué asesinar a ellos y no a demonios como una vez leyó en un libro que Valentine le prohibió leer. 

La relación ente Kashline y Jonathan seguía siendo mala para comunicarse, pero a la hora de observarse eran todo unos profesionales, el chico con sus ojos negros podía ver los puntos débiles de la gente y aprovecharlos, pero ella lo podía imaginar de una forma maravillosa, ella podía ver luz donde no la había, tenia esperanza y de alguna manera a el le parecía extraño, durante esos cuatro años la había tratado como la muñeca de trapo que Michael Wayland le había vendido para su disfrute y ella solo permanecía ahí, sonriendole, mirándolo y queriéndolo, algo que quizás nadie nunca se atrevería a creer, a alguien amando a un demonio, a algo que no sabe amar.

Kashline no quería hablar de Jonathan, con escrirbir sobre el le bastaba, adoraba hablar con tinta sobre como la miraba y en los ojos de el pudo darse cuenta de que no podía hacer algo. El no se animaba a preguntar ¿Por qué?, su sangre le demostraba que no podía. 

En la semana aprendieron otra manera de matar a un licántropo y pusieron en practica las distintas técnicas con un día en el bosque matando algunos ciervos. Cuando Jonathan termino rió como un tipo de venganza por ser un animal hermoso y Kashline solo se limito a apuñalarlo una vez más para demostrar su fortaleza. En la lucha con el ciervo, sin querer se doblo el tobillo, Jonathan se limito a ayudarla llevándose una cuantas regañadas por parte de Valentine. 

En la noche, Kashie escribió como la sujeto y como se sintió al tener los brazos y el cuerpo de Jonathan tan cerca, era como un manjar prohibido.