Un dia común con la família uzumaki

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Atención: este capítulo va ser laarrrrgo. Así que preparaos.

Sarada abrió lentamente los ojos y ojeó hacía al reloj de su mesita de noche que quedaba a la derecha de su cama.  Las 6:25 am, se despertó cinco minutos antes de que sonara la alarma.

Ella notó que estaba desnuda y que una de las manos del rubio estaba sobre su trasero y la otra en su espalda. También notó que estaba tumbada encima de él.

Sonrió con ternura al ver la cara dormida de su uzumaki. Recordó no solo lo ocurrido la noche anterior sino todo lo que han vivido para llegar a aquella situación.

Sarada habia entrenado mucho para ser la novena hokage y Boruto se habia esforzado para ser su sombra y también capitán general del ANBU a tan temprana edad.

Boruto estaba a su lado... Bueno, desde siempre.  Pero fue en ese momento hace más o menos 18 años que su amistad habia evolucionado para un amor incondicional.

18 años atrás

La uchiha azabache estaba a tres dias. Ella habia salido muy mal herida tras la primera  mision de nivel s del equipo 7.

Si no fuesse por ella sería Boruto él que estaría en aquella cama. La azabache lo habia protegido de un ataque posiblemente mortal y habia terminado tumbada en una cama inconsciente y respirando por aparatos.

Boruto estaba sentado en una silla al lado de la cama de su amigo y empezó a pelar una manzana.

Todos los días desde que Sarada estaba en como él venía com un cesto de manzanas y las pelaba. Después de pelarlas las dejaba en la mesita de noche y no las comia.

-Boruto-kun -después de dar unos leves toques en la puerta de la habitación Sakura entró en ella- Se puede saber por que siempre traes manzanas y no las comes?

Él tardó un poco en darse cuenta de que estaba alli y luego le quedó mirando. Simplemente no sabia como responder y necesitaba elegir bien las palabras sin tartamudear.

-B-bueno no es que no se permita traer frutas en las habitaciones pero...

-Es que no son para mi tia Sakura- interrumpió cabizbajo.

La pelirrosa lo miró aún más confundida.
-Como?  -parpadeó.
-Son para Sarada.

La cara de confusión que tenia Sakura se transformó en una cara de pena y preocupación.

-Pero Boruto-kun, Sarada-chan está...

-Cuando ella despierte tendrá hambre, no? Por eso las estoy pelando para ella. 
-Pero no debes dejarla allí porque las enfermeras lo tirarán a la basura -explicó.

-Es por eso que traigo un cesto de manzanas todos los dias.
-Esta bien -dijo la pelirrosa mientras se reía y le alborataba el pelo que ya estaba alborotado naturalmente.

Y así siguió: todos los días el rubio traía manzanas y las pelaba todos los días.

Los días se transformaron en una semana completa. Ya eran las 11 de la mañana y Boruto estaba alli desde las 8. Él se habia cansado de pelar manzanas,  era su decimo primera y todavía cada nueve mas.

En un momento de torpeza dejó que la fruta que estaba casi pelada se le cayera al suelo. En vez de recogerla él se arrodillo al lado de la cama de Sarada, puso su dos manos sobre la mano de la chica y la llevo a su frente.

-Sarada... -apretó su mano mientras intentaba no llorar- te necesito...
Las lágrimas fueron más fuertes que él.

Mientras tanto una pelirrosa y un azabache los miraban

Borusara:  nuestra familia Where stories live. Discover now