Un duro entrenamiento (2)

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Cuatro horas más tarde

Wiss: señor Bills le he traído algo de comer .....pero señor

Bills estaba sentado con la mirada alta y la pequeña estaba jugando corriendo y riendo- señor Bills se supone que la entrenaria- dijo wiss con un tono molesto, Bills sólo despegó la mirada del cielo y se quedó observando a wiss

No puedo enseñarle nada- dijo Bills graciosamente - es muy difícil, no puede lanzar bolas de energía ni expulsar su ki , ni siquiera volar, como puedo entrenarla si no sabe lo básico- dijo Bills frustrado

Wiss: señor Bills, es obvio que no sabe nada es sólo una niña pequeña, es su deber como maestro enseñarle, incluso lo más básico

Bills: y ¿como?

Wiss: recuerde cuando usted no sabía nada, muestrele como le mostraron a usted- wiss dio un suspiro-  lo dejó a solas señor, no sea muy duro con la pequeña

El señor Bills se sentía algo nostálgico, tener que recordar todo incluso antes de convertirse en un dios.

El entrenamiento empezó, Bills daba su mayor esfuerzo por enseñar le, aunque sólo logró que formará una pequeña bola de energía por unos segundos

Bills: si no sabes dominar tu ki , no podrás entrenar adecuadamente

La pequeña cansada bajo la mirada, jadeando dijo - lo..lo siento

Bills miró a la pequeña por unos segundos, dio media vuelta y dijo- descansa, aún eres muy débil como para un entrenamiento completo

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Al llegar la noche wiss le mostró a Namy su aposento, una habitación para su descanso después del duro entrenamiento que tuvo con  Bills, pero como cada noche las pesadillas invadían su sueño despertando la de un sobresalto, la pequeña salió de la cama y empezó a recorrer el gran palacio de  Bills, tal vez así podría despejar su mente y poder dormir con más tranquilidad
Llegó hasta una extraña habitación con piedras suspendidas en el aire, extraños relojes de arena y una muy alta escalera que no se podía observar su final, la única habitación que Bills no le había mostrado.

Al amanecer

Bills despertó mas cálido que de costumbre  con un extraño olor a frutas muy delicioso  y con una almohada más suave de lo normal, abriendo sus ojos dejándolos que poco a poco se acostumbraron a la luz del sol, miró con sorpresa que aquel olor aquella suavidad y aquella calidez provenían de aquella pequeña, que se adueñaba gran parte de su cama y de su espacio personal

Bills: WISS!!!!!!

 Mi vida cambió por tu culpaWhere stories live. Discover now