07. Oscuro.

1.9K 164 50
                                    


Una hora más tarde me encuentro sola en mi habitación mirando el techo. El hecho que no tenga nada que hacer se vuelve aburrido y no puedo salir sin alguien que me acompañe ya que podría entrar en crisis y no habría nadie que me ayudara.

Mi amigo se fue hace una hora ya que alguien lo había llamado, él me cuido como un bebé y me hablo como uno, tengo una bendita en mi pómulo y mi mano derecha vendada.

Simplemente fantástico.

Dan había venido con su nuevo auto que papá le había regalado, cuando llegó grito tan fuerte mi nombre que no me sorprende que Japón lo haya escuchado, me regaño por no estar en la casa de mi papá y yo a él por dejarme ahí, digamos que peleamos.

Faltan dos horas para que anochezca y poder despejarme caminando por ahí. Bueno en parte es para aclarar mis pensamientos y la otra para poder ver al chico cuyo rostro desconozco. ¿Será lindo? Debe ser lindo ¿tendrá lunares en su rostro? ¿Tendrá una linda sonrisa? ¿Tendrá cabello castaño o negro? Tal vez nunca sepa cómo serán sus rasgos físicos ya que él no me permite verlos.

Solo me queda esa imagen de sus ojos. Eso ojos azules claros, casi celestes, esos hermosos ojos que nunca había visto, en ellos se puede ver paz y tranquilidad.

Escucho unos leves golpecitos en la ventana y me sobresalto, me levanto de la cama a paso lento hacia ella y de un momento a otro la ventana se abre y de ella una cabellera roja eléctrica aparece.

—Hola —saluda sonriente entrando por la ventana, como si fuéramos amigos de toda la vida y fuera casual aparecerse así por la ventana—. Traje pizza —su mano se alza mostrando la caja de pizza.

—Dios... ¿cómo sabes dónde vivo? —cuestionó viéndolo.

—Le pregunte a Calum —se encoge de hombros—. ¿Qué te pasó en la mejilla y tu mano? —pregunta viendo mi mano vendada.

—Tuve un problema —él asiste lentamente y se sienta en el borde de la cama—. ¿Quieres? —saca una rebanada de pizza.

—Si —la tomo sonriente—. ¿Por qué estás en mi habitación?

—Solo quiero hablar —se encoge de hombros y lleva la rebana a su boca—. Quiero saber un par de cosas sobre ti —me da una mirada rápida.

—¿De mí?

Seh.

—No soy tan interesante.

—Por algo él... —susurra hasta que no escuche más.

—¿Qué?

—Nada... sólo hay algo que me inquieta —frunzo el ceño sin entender.

—¿A qué te refieres? —cuestionó confundida mientras lo miro tomar su segunda rebana de pizza.

—A tu personalidad —musita.

—¿Pero por qué te interesa? No soy algo que te llegue agradar —niego y miró directamente sus orbes verde claros.

—A quien le importa si le agradas o no. Lo que te debe importar eres tú y no lo que piensan los demás de ti —dice mirándome esperando una reacción de mi parte.

Tengo que decir que eso me dio mucho que pensar.

Siempre me critican en el instituto por ser la chica que le teme a los colores y tengo que aceptar que me afecta lo que dicen, como dije antes, jugar hacer fuerte a veces cansa y terminas llegando a tu límite.

—Tal vez no te conozcas del todo ya que hace unos días nos conocimos, pero tengo que decirte que eres la persona más fuerte que he visto en mi vida, todos te pueden ver con una sonrisa en tu rostro cuando estás llorando por dentro —pone su mano en mi rodilla y una sonrisa se asoma en sus labios.

Night » horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora