-¿Agradecer él? Quisiera verlo- bufo cruzándose de brazos completamente enfurruñado. No estaba dispuesto a participar en semejante estupidez.

-Tiene que ser algo más serio que solo invitarlo a salir –razono Natasha- si quieres que funcione tiene que ser alguien que signifique lo suficiente para él como para hacerlo salir de su caparazón.

-¿Te refieres a enamorarlo?

Natasha asintió. Aquello resultaba mucho más complicado porque él, al igual que muchos, pensaba que Laufeyson tenía una roca por corazón. Había algunos más creativos que se atrevían a asegurar, incluso, que él mismo se había arrancado el órgano con sus propias manos y lo había tragado entero. Otros más realistas decían que cuando era más joven recibió un trasplante y que el donador había sido un despiadado recluso del cual recibió su maldad.

-¿Alguna idea? –Pregunto preocupado. Él no era precisamente especialista en temas de amor.

-Bueno, – lo pensó Natasha- primero que nada debe ser alguien que sea persistente y que no le tenga miedo a su carácter.

-Eso va a estar difícil –espeto Clint negando con la cabeza, pero ambos lo ignoraron

-Para que eso suceda la recompensa tendría que ser mayor que el esfuerzo que se requerirá o la perdida demasiado para afrontarlo. –Razono Bruce limpiando sus anteojos con la orilla de su playera- y no se me ocurre nada.

-Bueno, podrían empezar por encontrar a un chico de su agrado. –Finalizo Clint quitado de la pena.

Natasha y él se volvieron a verlo interrogantes. Su novia se presumía de conocer todos y cada uno de los secretos que circulaban por la preparatoria ¿Pero eso?...

La expresión en el rostro de la chica era todo un poema. Nunca y eso quería decir jamás, se le hubiera pasado por la cabeza que a Loki le gustaran lo chicos. Clint sonreía divertido por ganarle una a su novia, mientras Bruce no sabía dónde meter la cara de vergüenza. No le gustaba hablar de cosas tan intimas que pertenecían a terceros y menos si se trataba del hermano de la chica que le gustaba. Pero había que reconocer que si querían que el plan funcionara, ese pedazo de vital información podría ser la clave.

Natasha se había quedado callada de repente, con la mirada repasando a cada uno de los prospectos en la cafetería hasta que sus ojos de detuvieron en un par que discutía a unos metros de ahí.

-¡Vamos ricitos! –Le decía Tony Stark a un visiblemente enojado Thor- si me lo pides por favor te prometo que lo considerare.

-¡Ni lo pienses Stark! ¡No existe nada que yo necesite de ti!

La pelirroja sonrió mientras sus amigos la miraban como si se hubieran perdido de algo.

-¿Qué tal un par de lindos idiotas con un ego más grande que cerebro eh? –Dijo poniéndose de pie- ahora vuelvo. –Y se dirigió traviesamente hacia la otra mesa.

-¿Qué te parece algo de mi atractiva y arrolladora personalidad? –le picaba Stark a lo que Thor respondió con una sonora carcajada.

-¿Qué hay chicos? –Saludo Natasha recargándose en el hombro de Tony- ¿Compitiendo para ver quien lo tiene más grande otra vez?

-No importa el tamaño, preciosa, –le contesto Tony mirando significativamente al enorme rubio que tenía frente a él,- lo que importa es la manera en que lo uses. –Le guiñó un ojo a la chica mientras Thor rodaba los ojos fastidiado. –Si quieres, cuando gustes te doy unas lecciones privadas. –Le sugirió a la pelirroja con un tinte evidentemente seductor en su voz, mientras mañosamente la rodeaba por la cintura.

El plan (yaoi-Thorki)Where stories live. Discover now