La casa de Shannia.

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Era domingo, Valeria desayunaba cereal con leche mientras escuchaba "Done for you". Termino de desayunar, tomo una chamarra, ya que el día estaba nublado, se coloco sus audífonos y salió de la casa. Camino un rato hasta llegar a un mercado, las personas iban y venían, comprando lo que les hacía falta.

- Tomare una manzana – dijo ella, pero alguien la había tomado al mismo tiempo que ella, ella levanto la vista, la persona en frente de ella le parecía familiar - ¿Shannia?

- ¿Te conozco? – pregunto ella.

Valeria se quito los audífonos.

- Soy Valeria.

Shannia miro que ese día llevaba pantalones de mezclilla, unos converse blanco y negro, su pulsera de Green Day, una playera negra, su maquillaje de siempre, su cabello le cubría casi todo el rostro. Shannia dio un grito como si viera una película de terror.

- ¿Por qué gritas? – pregunto Valeria, con la manzana en la mano.

- Hey niña tienes que pagar por esa manzana y tu no grites en frente de mi negocio – le dijo el vendedor seriamente.

- Lo sé, no soy una ladrona o algo así – le dijo fríamente Valeria.

El vendedor le dio miedo el tono de voz y mejor atendió a las personas que querían comprar.

- Ahora sí, dime ¿por qué gritaste? – le pregunto, mordiendo la manzana.

- Es que tu, no te vez como la niña buena de ayer, arreglada, peinada, muy dulce.

- Mis amigas me hicieron un cambio de look para mi cita – le explico.

- Ya no hay respeto a la libertad de expresión...maldita sea...

- Exacto y bueno así soy realmente.

- No deberías dejar que te cambien y te hagan aparentar lo que no eres.

- Si ya no volverá a pasar, veo que llevas varias bolsas, se ven pesadas. Te ayudare – le dijo levantando dos bolsas con verduras.

"Están bien pesadas ¿Qué trae en estas bolsas? ¿Un cadáver?" pensó Valeria.

- Gracias, te invito a tomar un té en mi casa.

- Acepto la invitación.

- No están pesadas las bolsas ¿Verdad?

- No...no para nada, son más ligeras que una pluma – contesto con un tono sarcástico.

Shannia se agacho por las bolsas que faltaban. Valeria noto que ella tenía un tatuaje tribal de corazón, aunque le dio la impresión de una enredadera de espinas, abajo del corazón tenía unas letras góticas que decían "Fierce".

- Ya podemos irnos – dijo Shannia.

- Ok... ¿Por dónde? – pregunto Valeria.

- Solo sígueme.

Valeria siguió a Shannia por todo el mercado, Shannia aun tenía muchas cosas que comprar y las bolsas se hacían cada vez más y más pesadas.

- ¿Por qué compras tantas cosas? ¿Tendrás visitas? – pregunto Valeria.

- Si, las tendré tu y tus amigos...

- Bellas señoritas, se ven agotadas ¿me permiten ayudarles? – les dijo un hombre que se puso enfrente de ellas. Era alto, ojos cafés, llevaba jeans, una camisa azul y una chamarra de mezclilla – Me llamo Mack.

Valeria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora