Silencio (Ness X Lucas)

Prólogo

"Hmph"

Vuelvo a mirar la hora, 10:43 pm.

"¿Dónde rayos se metió Lucas?" Me siento en mi cama, dejando de lado mi videojuego, ya con el pijama puesto, pero con los brazos entrelazados sobre mi pecho.

¿Cómo es que aún no llega? Lucas siempre se preocupa de estar en la cama a las diez de la noche, pero, desde hace dos semanas que cada vez se acuesta más tarde. No puedo preguntarle, ya que siempre evade el tema.

Pensaba que podía ser por su familia, que entra llorando al cuarto todas las noches porque recuerda a su madre y a su hermano, pero estoy comenzando a preocuparme. Si hubiera sido eso, probablemente ya se le habría pasado, o como en ocasiones anteriores, acudiría a mí.

Esta noche, no es la excepción.

La puerta se abre, 10:48 pm, y entra mi compañero de habitación. Los rastros de su falta de sueño en estas dos semanas, ya son más que evidentes, la enorme sombra negra que se ha formado bajo sus decaídos ojos azules puede verse a kilómetros.

Camina despacio, cubriendo su brazo izquierdo con su mano, y su ropa está algo arrugada y sucia, como si hubiera estado en una pelea.

"¿Dónde estabas?" se detiene antes de entrar al baño, aún ocultando su brazo.

"Por ahí..." susurra dándome la espalda.

Me levanto rápidamente, y lo aprisiono contra la puerta de nuestro baño con mis brazos a ambos lados de sus hombros.

Me mira asustado, una mirada que últimamente es muy frecuente.

"D-Debo de ir a ducharme" Me fijo que no suelta su brazo, de hecho, lo cubre aún más.

"¿Qué tienes en el brazo?"

"N-Nada..."

"Muéstramelo"

"No es nada"

"Entonces, muéstramelo"

"Solo es un corte... muy pequeño"

"Déjame verlo" Ya me cansé de que alargue el tema. Con un poco de brusquedad, quito su mano derecha para encontrarme con un enorme y sangrante corte en su antebrazo.

Desvía su mirada. Ahora sí que estoy preocupado, nunca antes había llegado con heridas, casi siempre solo llorando o muy cansado pero nunca con heridas visibles.

"¿Cómo te lo hiciste?" la preocupación estaba en mi voz, y Lucas lo notó enseguida.

"Descuida, no es nada, ni siquiera me duele" le toque un poco, limpiando las gotas de sangre que salían de la herida, y mordió su labio inferior, ahogando un gemido.

"¿Quién te lo hizo?"

"Yo mismo me pasé a cortar"

"Y, ¿cómo?"

"E-Estaba ayudando a la Princesa Peach... en la cocina"

"¿A esta hora?"

"¿Si?" suspiro cansado.

"Está bien, Lucas, si no quieres decirme no importa" lo suelto y me dirijo a mi cama "ve a ducharte para que te acuestes"

Escucho la puerta del baño cerrarse y me recuesto en mi cama esperando a que salga. La preocupación no me permite dormir. ¿Cómo pudo hacerse esa enorme herida?, o mejor dicho, ¿QUIÉN se atrevió a hacerle eso? Tengo que averiguar que le está ocurriendo.