Rodé los ojos como si ya estuviera harto de sus coqueteos, para luego dirigirme hacia la cocina y prepararme algo de comer.

...

La horas habían pasado y yo me dirigía hacia mi casa para recoger algunas cosas. Estuve deseando en el camino que no estuviera Tyler o Debby a dentro, ya que no quiero hablar con ellos ahora, quizás en otra oportunidad, pero ahora solo necesito descansar y pensar bien en lo que haré en el futuro.

Al llegar, me quedé un rato en frente de la puerta. Mis manos comenzaron a sudar sin ninguna explicación, aunque en verdad podría saber la razón, también mi corazón empezó a componerse de latidos que no demostraban dolor, si no que otro sentimiento más alegre.

Puse la llave en la cerradura, la giré y entré sin ningún problema. Un frío aire se esparcio en mi cuando entré. El ambiente no era más que una descripción a lo fúnebre y dolor. Todo está apagado, no hay ninguna sola vida por toda la casa, así que mi seguridad incrementó cuando no escuché ninguna voz acercarse hacia mi.

Fui escaleras arriba para recoger algunas prendas y luego aprovechar de ir a ducharme para no pasar ninguna inconveniencia en el departamento de Jake.

Cuando ya estaba listo, bajé deprisa hasta irme hacia la puerta de entrada, pero me quedé ahí parado como un tonto, quería saber si alguien estaba aquí o si realmente está casa habrá sido abandonada por todos.

Mis piernas fueron llevadas automáticamente hacia el pasillo y justo se detuvieron en la puerta que lleva hacia la habitación de invitados, hacia la habitación de Kelly y Tyler.

Abrí la puerta con cuidado.
Sentí que el calor de la habitación salió hacia el pasillo, cubriendo mi cuerpo con un poco de esa temperatura.

Mi cabeza se incorporó en la pieza para satisfacer su curiosidad.
Invesitgué cada rincón de ese lugar hasta que mi vista se detuve en el castaño dormido encima de la cama.

Abrí un poco mi boca como con una reacción inexplicable. Parte de mi cuerpo se arrugó completo con ira, pero el otro deseó ir acostarse con el, para luego abrazarlo y nunca dejarlo ir de mi agarre.

Se veía tan tierno.

Sus ojos cerrados, su cabello un poco desordenado, su nariz puntiaguda y su boca levemente abierta indicaban lo lindo que se veía al dormir.

Pero además de el, algo más me sorpendió cuando me adentré en esa habitación.

Al lado de Tyler, había un Ukelele un tanto nuevo junto con un cuaderno semi abierto.

Me entró nuevamente la curiosidad en mi, por lo que ahí fue en que me acordé de que Tyler estudia música y que tocaba algunos instrumentos, pero nunca pensé que tocaría un instrumento tan sofisticado y suave, y sobre todo pequeño.

No aguanté a acercarme.
Sus pestañas largas lloraban por el sueño y sus mejillas coloradas de un tono rojizo indicaban que probablemente está enfermo.
Me sentí mal dejarlo ese día botado en el helado frio mientras se congelaba, me arrepentí de ser un cobarde e irme a llorar a otro lado.

Aún estoy confundido por todo lo que pasó.
No quise que el me explicara por el miedo a que tengo de discutir con el. Nunca creí que cuando el pisara esta casa, mi mundo cambiaría por completo.

Fue una alegría directo a la vena.

Ahora que tengo miedo de conversar con respecto a todo lo sucedido, es mejor marcharme de aquí y no invadir su profundo sueño.

Desearía tocar su piel y saber que ser pensando en estos momentos.

Sus brazos apretaban ligeramente el cojín con que dormía.
Comencé a imaginarme que la almohada era yo siendo abrazado por sus cálidos brazos.

Work Hard  [Joshler/Tysh]Onde histórias criam vida. Descubra agora