Capitulo 12

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Un corazón roto.

― Pareces dementor, ― Hablo con fastidio Zabini ― ¿Que tienes?

― Nada. ― Respondió molesto el rubio.

― ¿Seguro que estas bien? ― Pregunto ahora Nott.

― Si.

Algo en la actitud del rubio desconcertaba a sus amigos.

― ¿Cómo van las cosas con Granger? ― Pregunto con cautela el castaño.

Pero eso fue lo único que basto para encender la furia de Malfoy.

― ¡A esa maldita ni me la menciones!

Ambos amigos se sorprendieron por la repuesta.

― El orgullo es lo peor que podemos tener, ― dijo Blaise ― no pierdas el amor por tu orgullo y celos, porque te puedes arrepentir, el día de mañana será difícil recuperarlo.

Malfoy ignoró las palabras de su amigo y murmuró.

― Una vez que lleguemos a Hogwarts, se terminará este juego.

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Una rubia caminaba feliz de un lado a otro en la mansión Parkinson.

Después de unos minutos Pansy ya se había fastidiado y se decidió a hablar.

― ¿Que tienes?

― Soy feliz. ― Respondió con un suspiro la rubia.

Al ver la cara de desconcierto de su amiga dijo.

― Te diré porque, pero tienes que prometer no decirle a nadie.

Pansy sólo afirmó.

― Recuerdas que les platique del chico del que estoy enamorada.

― Si.

― Bueno pues hemos estado hablando y desde que se iniciaron las vacaciones me ha escrito.

― ¿En serio?

― Si, ― Dijo Daphne ― Y también me regaló este collar el último día en el colegio.

Pansy observó el collar y se sorprendió.

― Es hermoso y se ve que tiene fortuna.

― Te diré quién es pero, ― Daphne dudo ― No puedes decirle a nadie.

― Sabes que puedes confiar en mí.

― Es... Es Harry Potter.

La cara de Pansy era un verdadero poema.

― ¿Hablas en serio? ―Pregunto la pelinegra.

― Si, aunque hoy me su carta me dejo preocupada.

― ¿Por qué? ― Pansy todavía no salía de su asombro.

― Me dijo que Herms está muy mal.

― ¿Que tiene? ― Ahora la preocupación invadió a las dos jóvenes.

― No lo sé, no me dijo más, sólo que ha estado deprimida y que está con ella.

― ¿Crees que podamos ir a verla?

― No creo, recuerda que nadie sabe que somos amigas.

― ¿Entonces? ― Parkinson se había desesperado.

― Le preguntaré a Harry si puedo ir a verla y te diré como esta.

― Esta bien, pero me avisas.

La Maldición de los NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora