Enfréntate al espejo.

436 25 1
                                    

— No te detengas, solo hazlo. — la voz en su cabeza volvió a hacer acto de presencia. Mientras un frío todavía más extremo recorría su espalda, como si le hubiesen pasado un trozo de hielo. — Ya no te quedan razones ¿no es así?

  La chica golpeó su cabeza contra el lavabo, intentando dispersar sus pensamientos y borrar esa voz. Se miró en el espejo de cuerpo completo y poco a poco comenzó a deshacerse de sus prendas, tan lentamente como si un movimiento en falso pudiera destruirla. Volvió a verse en el espejo, ahora desnuda; las marcas en su piel eran una clase de arte abstracto, recorriendo desde sus blancas piernas, hasta sus brazos y su vientre. Se deshizo de los torpes brazaletes que portaba y palpó con amargura las cicatrices en sus muñecas, frías e impasibles. Sintió náuseas, pero no dejó de torturarse con la terrorífica visión que le devolvía impiadoso el espejo.

  El agua comenzaba a derramarse de la tina, rápidamente ella cerró el grifo. Sus pies desnudos sintieron el ardor del agua caliente derramada en el suelo, impávidamente se sumergió por completo en la tina, y su cuerpo helado tomó calor casi de inmediato.

  Sigo avanzando hacia el final. Mi corazón ya es hielo. Aún después de tanta tristeza, no puedo culpar a nadie de mis propios errores, de mi insana forma de ver la existencia. Por vivir de los sueños y de las fantasías…me perdí. No me salves. 

ElisaWhere stories live. Discover now