Abuse (Kookv) Editando

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El castaño se quedó en su lugar, mirando a la dirección opuesta en donde se encontraba.

- El está aqui - se dijo para si mismo en susurro para que nadie pudiera notar lo que decía.

Todo en su alrededor se detuvo, miro otra vez para la dirección, en donde aún estaba el azabache.

Su cuerpo no reaccionaba, no sabía que hacer.

Nunca pensó que lo volvería a encontrar, el lo había prometido.

"No me volverás a ver, lo prometo"

El lo prometió no volver.

¿Porque está aquí?.

¿Volvería para hacerle daño?¿Una vez más?.

Su cuerpo tembló del miedo con sólo recordar por lo que pasó, no lo quería volver a pasar no otra vez.

Tenía que alejarse antes de que sea muy tarde para el.

Con pasos seguros y rápidos, volvió por donde había entrado.

Pero se olvido de un pequeño detalle, que fue muy pequeño.

Y ese era que aquel que el miraba anteriormente, había dejado de mirar la vidriera para dirigir su mirada por donde se retiraba el rubio muy apresurado.

El azabache al notar quien era corrió en la dirección que había desaparecido el pelirubio.

Su mirada se dirigia por todas partes del centro comercial, para poder encontrar la cabellera rubia que lo visualiza saliendo del lugar corriendo.

Corrió para poder verlo una vez más después de no haberlo visto en años.

Su mirada viajó por el estacionamiento que estaba vacío.

Miro como ese chico que el había roto hace unos años, corría para escapar de el una vez más.

No lo dejaría escapar una vez más.
Esta vez haría todo bien.

Con pasos seguros se acercó al rubio, que no sabía a donde ir por el temor de ser encontrado.

Su mirada se dirigió a el rostro asustado de el ser que tenía en frente.

"Aún eres hermoso, como la primera vez que te vi".

Sus mismos pensamientos que siempre tenía de aquel pelicastaño que ahora está de un rubio.

- ¡¡No te me acerques!! - grito desesperado.

"Tu voz es la misma"

Siguió caminando hasta estar en frente del otro.

Su mano trato de tomar la contraria, pero fue rechazada de un golpe.

Haciéndolo enojar un poco, por el comportamiento del chico en frente suyo.

La volvió a extender y una vez más fue golpeada.

- ¡¡Lárgate!! - grito una vez más.

- ¡¡¡No quiero verte en mi vida, me das asco!!! - grito una vez más.

Pero el azabache no se movía, no decía nada, sólo estaba con la cabeza agachada.

Pero la levantó de inmediato.

Mostrando su rostro que intimidaba al rubio.

Su cabello no había cambiado en nada, aún estaba ese color negro y en sus ojos aún estaba lo intimidante.

Su cuerpo era el mismo que fue la última vez que lo tuvo muy cerca suyo.

El era la misma persona que lo tomo, en esa casa, en esa habitación, en esa cama, donde lo destruyó, donde no tuvo vuelta atrás.

Todo en el presente se volvía una pesadilla para el, para su ser que no había sanado del todo.

Tenía miedo y lo admitía.

Nunca pensó volverlo a ver.

No estaba preparado.

Su cabello.
Su promesa.