16/03/09

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Ayer en la tarde. Apenas mi padre llego de trabajar, le rogue con todas mis fuerzas que me comprara una camisa. El no comprendía el porque. Pero luego de que le incistiera tanto termino por aceptar si le decía el porque. Le expliqué lo que Harry y Cooper me habían explicado y eso causó una carcajada burlona en el.
Dejo a reír cuando un zapato de mamá ña golpeó en la cabeza.

Luego ne acompañó a la tienda y compramos la camisa. Tuve que probar unas cuántas hasta que encontré una que me quedará.

Luego tuve que pedir una más grande porque mi padre dijo que una a seguir creciendo y no iba a comprar otra. Luego lo remató con un "Lo entenderás cuando tengas hijos"

Supongo que el también tuvo que usar zapatos más grandes de los que debía cuando era pequeño. Tal vez es una clase de traumas que nos quedan a todos. O de verdad es un fastidio comprar ropa cada vez que pagas el estirón. Pero estamos hablando de niños, a estos no puede durarles mucho la ropa porque siempre la están rompiendo. Así que es lo mismo.

Bueno. Supongamos que es un trauma de los adultos.

Cuando llegamos a casa mamá me había hecho un moño a mano, usando telas moradas para que quede en mi uniforme.

Esta mañana me levanté temprano y me vestí. Parecia que iba a alguna fiesta importante.

"Tal vez los del público ven la escuela como una fiesta y por eso no estudian"

Siempre que Papá decía un comentario de ese estilo, resivia un golpe de Mamá con lo que sea que tenga cerca.
Nunca lo escuche protestar.
Tampoco se si es porque ella no le calcula para lastimarlo. O es que el no quiere perder su masculinidad.

En fin, desayuné panqueques con miel y leche chocolatada. Luego salimos para la escuela.

Fue cuando llegue a la escuela que note lo que Cooper había dicho. Todos llevaban puesto el "uniforme" y tenian el logo de la escuela amarrado a su brazo. Papá dijo que eso le daba escalofríos. Luego dijo que lo entendería cuando comenzamos a ver la segunda guerra mundial.
Al menos ahora le tiene miedo a algo que no sea yo.

Tamara aplaudió emocinada y se abrazo al brazo de Harry al verme.

Se estaba riendo de mi.

Asome la vista detrás de ellos, había un nido panal de abejas cerca de nosotros. La influencia de Mr.Black se hacia mas y mas poderosa en cuanto ese pensamiento golpeaba mi mente. Volví a fijar la mirada en el par, Estaban hablando, pero me había perdido de la conversación. 

-Le estaba diciendo a Harry que eres el único a le esta escuela que nuestro uniforme improvisado le queda bien- Cuando Tamara termino de Hablar, Harry sonrió alegre, dándole la razón. No supe que responder. 

Mas en la tarde, tuvimos un día normal. 

Harry y Tamara me acompañaron a la biblioteca. Allí había una señora que parecía ser de piedra. Porque nunca se movía. Solo podías verla en acción cuando hacías algún ruido medianamente fuerte, En ese momento, llevaba sus manos a su boca y soltaba un fuerte "Shh" Hasta que la persona en cuestión dejaba de provocar el sonido. 

-Una vez la vi levantarse- Dijo Harry mientras tomaba libros de un estante y me los alcanzaba. Como yo no tenia mucho para hacer, me limite simplemente a escucharlos y cargar los libros. 

-Imposible- Le respondió Tamara- La leyenda dice que nunca deja la silla. 

-No, si la vi. 

-No te creo, Una vez entro un ave a la biblioteca, y ella no se movió de su lugar- Tamara me dio sus libros para poder hablar con mas facilidad- Si no se movió con eso, es imposible que deje la silla. 

-Pues, no se movió porque estaba el asistente. Pero una vez el había ido al baño y un niño creyó estar escuchando música matemática con sus auriculares. 

-¿Música que? - Mas que dolerme la espada por cargar la pila de libros, me dolió el autoestima por haber sido brutalmente ignorado. Pero me hacia una idea de a lo que podía referirse la "Música Matemática" 

-¿Y que fue lo que paso?- Tamara estaba muy metida en la charla sobre la señora de la biblioteca. 

-Pues, primero intento callarlo con el viejo método, al no conseguirlo. Tuvo que gritarle, como el niño no podia escucharla por los auriculares, Tuvo que levantarse para sacarlo de la biblioteca. Pero, algo extraño paso. Me acerque a su escritorio, ya que quería ver como era esa silla sin ella sentada. y fue entonces cuando lo escuche. 

-¿Que cosa? 

-No lo se, fue un sonido muy extraño, como el de un motor, venia de su escritorio. Pero no sonaba como el de un sacapuntas electrónico o el motor de una computadora. Era distinto, y me puso la piel de gallina. 

-¿Crees que ella en realidad oculta algo? 

-Sin duda. 

-Oh, tenemos que descubrirlo. 

La conversación me estaba aburriendo. Porque no tenia sentido alguno.  

Camine hacia la supuesta señora para así entregar los libros que los chicos iban a usar y dejar de perder el tiempo. 

Seguramente el sonido era el de algún ventilador de pie como el que usan en las oficinas en verano, o incluso pudo haber sido el de una impresora. O un masajeador de pies. Ella era solo una vieja mujer haciendo su trabajo, la cual no tenia ni tiempo ni ganas para levantarse a callar a cada niño que hacia ruido en la biblioteca, Seguro que le dolía estar de pie o moverse muy rápido. 

 Tal vez ella había trabajado en una biblioteca toda su vida y ahora simplemente estaba cansada. 

Deje los libros sobre su escritorio y sonreí amablemente.

-¿Nombre? 

-Marck Santorsky- La vi escribir con rapidez mi nombre en una hoja. Pero en su caso, lo había escrito mal.- Oh, no. Es MarcK con la C y la K juntas.- La señora levanto la vista y clavo sus ojos en los míos. Tenia ojos marrones, pero llevaba lentes de contacto para que se vean mas claros. Al rededor de ella podía sentir un aroma a perfumes fuertes y cremas para la piel. Como los que mi tia le suele regalar a mi madre. 

Ella tomo la hoja de papel y la guardo como estaba. 

-No entiendo a la juventud de ahora. 

Ambos nos quedamos en silencio. mirándonos. 

Una extraña vibración se sentía en la suela del piso. Lo cual era extraño. porque estábamos en una planta baja y los ductos de agua no suenan así. El silencio se hizo mas pesado, y pude escuchar un motor, justo detrás de esa mujer, y algo rasguñando, respirando pesadamente. Ella volvió a hablar y sentí que me reventaban los oídos.

-Bien Marc, Los libros con la etiqueta azul no puedes sacarlos de las escuela. Los libros con la etiqueta amarilla si, y tienes 2 semanas para devolverlos. 

Me frote los oídos intentado que el dolor de cabeza repentino pasara. Ella me miro extrañada, pero no me puso mas atención y volvió a su postura habitual, leyendo una revista de moda. 

-De verdad no entiendo a la juventud de ahora.- Tome los libros y la mire una ultima vez. 

-Lo entenderá cuando tenga hijos- Dicho eso me marche.

A mitad de camino me frene, y mi piel se puso de gallina. 

Habia estado buscando razones lógicas para lo que había pasado. Tome lo que era normal y lo mantuve como si fuera la única realidad. Por un momento me había olvidado de la existencia de Mr.Black. Y lo peor de todo. Estaba sonando como mi padre!

Corrí con Tamara y Harry y apoye los libros con fuerza para llamar su atención. 

-Tengo un plan para descubrir que es ese ruido. 

Ambos me miraron en silencio, luego se miraron. y escapamos de la biblioteca para planificar todo.


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⏰ Última actualización: Feb 05, 2018 ⏰

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El Diario De Un Desquiciado (El Origen De Una Maldición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora