Solo Soy Su Objeto Sexual♡ Justin Bieber ♡

Cap. 52

'Dedicado a todas las preciosuras que siempre estaban al pendiente de un capítulo más, a aquellas que desde el principio estuvieron conmigo y a las que llegaron para quedarse, esto es para ustedes como siempre lo ha sido. Las amo' 

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Respiro hondo y me exijo a mí misma concentrarme. 

Antes de salir de aquí tengo que hablar con Justin y si no es ahora no será nunca así que... Sin mirarlo a los ojos me siento en el sillón de al lado y espero, por lo que sea que tenga que pasar. Concentrándome en mis manos. 

– No dormí con Dante –murmuro y no sé porque lo he hecho, me sonrojo de inmediato.

– ¿Mande? –pregunta Justin confundido.

– Eso que viste en el estacionamiento fue a lo más lejos que llegamos o llegaremos alguna vez –aclaro, con las mejillas ardiendo de vergüenza. 

Justin suelta la respiración aliviado y puedo sentir su sonrisa cuando contesta.

– Te amo –siento un escalofrío y me exijo seguir respirando y nos desmayarme.

– ¿Eso era todo lo que querías saber? Porque se me hace muy inmaduro de tu parte el cuidarme como si fuera tu juguete y...

– ¡No! –Contesta rápidamente– No me malinterpretes. Eres magnífica y estaba aterrado de que lo único que yo te podía ofrecer para permanecer a tu lado te lo hubiera ofrecido alguien más, porque entonces ya no tendría ningún pretexto para estar a tu lado –puedo ver sus ojos avellanas y esos lunares en el rostro. Es bellísimo. 

– Justin... –comienzo pero él me interrumpe y se levanta del sillón para pararse frente a mí.

Levanto la mirada para verlo y saber que trama pero entonces se tira al piso, de rodillas. Mi corazón se acelera ¿qué está haciendo? 

– Justin, no es neces...

–Escucha ____(tn)____, perdóname ¿sí? –sus ojos se vuelves cristalinos– Aquella noche estaba pensando en ti, quería estar contigo, era lo que más anhelaba y entonces alguien entro a mi habitación y simplemente encendió las velas, le hice él amor y me enloquecía la idea de saber que eres tú esa persona pero todo se sentía diferente, no susurrabas a mí oído, no respondías de la misma manera en que siempre lo hacías, no me besabas y entonces supe que algo estaba mal pero no lo supe en ese momento, hasta el día siguiente en que tu habías desaparecido sinrazón alguna –lágrimas comienzan a derramarse por su rostro– Te estaba odiando por lastimarme tanto pero no me había dado cuenta de que yo también te había lastimado y lo seguía haciendo. Entonces Selena me confesó lo que había sucedido y lo comprendí todo, me siento tan estúpido. Pero es que entiéndeme, nada tenía sentido. ¿Cómo sabía ella lo de las velas? ¿Cómo entro a la casa sin hacer ruido? Mis padres sabían de su presencia pero no me dijeron nada, ni siquiera sé que fue lo que les invento para entrar a mi habitación. Perdóname por favor...

Y fue su explicación, o tal vez mi urgencia por estar a su lado, lo que me hizo dejar de lado todo lo demás y lanzarme a sus brazos, el lugar donde siempre debí haber estado. Siento como las lágrimas recorren mis mejillas pero no son lágrimas de tristeza, sino de felicidad porque todo lo que se sentía como traición hace unos momentos, ahora se siente como una estupidez. 

– Te amo –le susurro a Justin en sus brazos. 

Él me acerca aun más hacía él pero sin llegar a ser violento, y deseo más.

Lo dirijo hacia el sofá y él se posa encima de mí, mientras comienza a besarme el cuello. Me curvo disfrutando del tacto de sus labios cálidos sobre mi piel, mientras disfruto posando mis manos en su cintura, sintiéndolo. 

– No tienes idea de cuánto extrañe escucharte decir eso –murmura mientras sigue recorriendo mi cuello con sus labios. 

– Te amo –declaro de nuevo disfrutando su reacción– Te amo, te amo, te amo –repito cada vez más extasiada con su toque. 

– Te amo más de lo que es posible –me dice Justin dirigiéndose a mis labios– Eres lo mejor que me pudo haber pasado.

Levanto un poco la cabeza para facilitarle el acceso a mis labios y él los acepta gustoso. Lo sigo.

Comprendo que aquí es donde siempre tuve que estar.

Justin fue mi pasado, es mi presente y será mi futuro. 

Sus manos recorren ansiosas mi cintura, subiendo hasta mi abdomen y mi cuerpo se arque más, suplicándole que siga subiendo para que se encuentre con mis pechos ansiosos. Lo hace.

Gimo.

Pasa las yemas de sus dedos por mis pezones, los cuales ya están ardiendo bajo su tacto, y los acaricia con mucha destreza. Anhelaba esto. Trato de respirar. 

Lo amo.

– Si quieres que pare dimelo –dice Justin y yo asiento freneticamente, aunque no vaya a hacerlo. No quiero que pare.

Sigue jugando con mi pezon y yo me retuerzo, lo deseo ahora.

¡Ya!

Es exquisito, su forma de tocarme y de respirar en mi piel, es alguna clase de dios griego. Y es mío, solo mío.

– Ah –gimo y me muerdo el labio.

Puedo sentir como Justin sonríe pero no se detiene y comienza a deslizar su otra mano por mi espalda. Todo en él irradia calor y es asombroso el bienestar que le hace a mi cuerpo. Puedo observar su rostro concentrado en hacerme disfrutar, sus musculos tensandose cada que gimo y me retuerzo debajo de él. Es un bello espectaculo. 

– Eres hermosa –susurra en mi cuello.

Deslizo mis manos de su cintura hacía su cabello y lo jalo un poco. 

Oh mierda, es tan sexy.

– ¿Quieres esto ahora? –me pregunta seductormente, esparciendo besos por mi clavicula.

– Sí –susurro sin aliento.

Lo deseo.

– De acuerdo bebé –dice rozando mi cuello de nuevo– pero antes necesito saber que todo esta bien entre nosotros, que después de esto no te irás y me dejaras solo de nuevo. Qué después de esto estaremos juntos sin importar lo demás. 

– Sí –estoy extasiada. 

– Pero necesito estar seguro –dice y yo me arqueo en busca de más.

– Si, si –oh mierda, solo sigue. ¿Por que te has detenido Bieber?

– Cien por ciento seguro de que cuando tengamos dificultades no iras con ese tal Dante ni con nadie más –susurra cerca de mi cuello pero sin tocarlo.

Comienzo a tranquilizar mi respiración.

– ¿Qué es lo que tengo que hacer? –cuestiono temerosa. 

No tengo idea de a donde va con esto.

Justin levanta su mirada hacia mi y acerca sus labios a los míos, medio rozandolos.

– Casate conmigo –dice.

FIN