La portada de revista

78 10 6
                                    

Un dolor en la espalda hizo que HimChan despertara y le tomó algunos segundos para recordar por qué había dormido incómodamente en el sofá de la sala de estudio. Vio su móvil y tenía cuatro llamadas perdidas, todas de JongUp. No dudó en marcarle de inmediato.

—HimChanne, lo lamento mucho de verdad. Soy un idiota. Deberías odiarme y maldecirme.

—¡No mi Uppie! Perdóname tú a mí, no debí insistir.

—No mi Channie bonito, todo es mi culpa. Yo no te merezco, yo solo te hago cosas horribles...

—¡Shh! Eres mi novio y te amo mucho no importa qué ¿de acuerdo?

—¿Quieres que te recoja a la hora del almuerzo e ir a un bonito restaurante?

—No, prefiero que vengas a casa. Prepararé algo delicioso para ti. Digno de un rey como tú. Dime que sí por favor, seré un mejor novio—. La voz de HimChan sonaba tan suplicante.

—Te prometo que estaré ahí amor, toma mi tarjeta y compra todo lo que quieras. Ahora debo irme. Cuídate ¿sí?

HimChan terminó la llamada con el sonido de sus labios simulando un beso. Se apresuró en darse un baño e ir de compras al supermercado. No tomó la tarjeta que le indicó su novio, él trabajaba y también podía gastar, claro que su sueldo era humilde comparado con el de Moon pero él estaba orgulloso de aquello.

Compró filetes de carne y muchas verduras. Gastó el salario de una semana en una costosa botella de vino tan solo porque era el favorito del chico de ojos pequeños, compró también unas bonitas rosas para adornar el departamento. Todo tenía que quedar perfecto, era una linda oportunidad para robarle algo de su tiempo a su querido Uppie.

Luego de una hora, ya se encontraba en la cocina aderezando los filetes con ajos y mantequilla, preparaba también una reconfortante sopa de anguilas pues el invierno parecía estar a la vuelta de la esquina y no quería que su novio cogiera un resfriado, sin embargo cuando revolvía las cebollas verdes sonó el timbre de su celular. Temió lo peor, temió que fuera la secretaria de Up. JinHa disculpándolo porque este había tenido una reunión de última hora. Pero no; era su entrañable amigo Damchu.

—¡DaeHyunnie!

—¡HimChannie Channie! ¿Cómo has estado hyung?, ¿dormiste bien?, ¿comiste bien?—. HimChan rio, su colega era tan adorable.

—Claro que sí Damchu. ¿Y tú?

—Desde luego que sí hyung. Ehm, me preguntaba si hoy estaba libre para que podamos almorzar juntos también.

—Ow Damchu, lo lamento mucho. Almorzaré en casa—. HimChan se apresuró en bajar el fuego de la estufa.

—Oh... supongo que podríamos salir otro día ¿verdad? A comer claro—. La voz de DaeHyun sonaba a decepción.

—Dalo por hecho Damchu, prometo invitarte yo esta vez.

—¡Gracias HimChannie hyung! Cuide muy bien de usted ¿sí? No vaya a pescar un resfriado.

—Cuídate también Damchu, no comas mucho que te dará indigestión.

Entre risas HimChan guardó su móvil y agilizó sus movimientos. Sacó la vajilla nueva, buscó en Pinterest las mejores ideas para acomodar una mesa y se enfundó en un traje que había comprado la semana pasada.

~2:00 PM~

El maestro de historia creyó que la quinta rosa del florero estaba muy inclinada así que la enderezó. Faltaba poco para que su novio se maravillara con las cosas ricas que había preparado.

Die For You (B.A.P)Where stories live. Discover now