-No tenemos que matarla, ensuciemos su reputación. La corona seguirá en mis manos y tú volverás a reunirte con el Virrey.
Aria se quedó callada. Habia sido la amante secreta del prometido de su hermana y estaba enamorada de él.
-¿Cómo probaremos esa historia?
Elevó su mirada a Rachel
-Frente a la servidumbre, durante la fiesta que dará. Bastará con decir haber visto a uno de ellos besar y tocar a Lauren. El rumor correrá y perderá la corona y al virrey. Entre más pronto se vaya de aquí, mejor
-Madre se va a enojar-. Susurró ante el elevado tono de su hermana
-Ella nunca ha querido a Lauren aquí en Francia. Es la única razón por la que arregló ese matrimonio.
-¿Te has preguntado porqué madre se opone tanto a su reinado? es decir, debería ser ella y no tú.
-¿Se te olvida que es la bastarda? Padre murió de dolor por culpa del nacimiento de ella y el engaño de madre.
Conocían la historia. Cada que entraba un nuevo sirviente al castillo, se contaba la gran traición de la reina al rey, hacía diecisiete años: Sobre cómo durante una celebración, llegó un gran noble, con sombrero y los dedos cubiertos de anillos. Miró durante un buen rato a la reina, quién lucía pálida y desesperada al no poderse embarazar, a punto de ser desechada por el rey.
Cuando se entregó a los brazos del apuesto joven, un sirviente la descubrió y estuvo a punto de ser juzgada.
Pero ella los detuvo, asegurando estar embarazada, entonces esperarían a que el heredero naciera para matar a la reina.
Y volvió a quedar embarazada, dos veces más del rey. Entonces era una mujer fértil y los hijos eran lo que le daba poder a la reina, incluso si eran bastardos.
Aria y Rachel fueron el mayor consuelo del rey durante años hasta su muerte.
Y Lauren, fue siempre puesta en duda por el rey y el pueblo.
No le importaba irse del castillo ni dejar todo atrás, los secretos en el interior de los muros del castillo la aprisonaban cada día más y comenzaba a sentirse asfixiada.
El matrimonio con el virrey le aterraba, lo había visto un par de veces durante sus visitas a Francia y algo no le terminaba de convencer.
Una de esas noches, se coló en la habitación de su madre buscando su acuerdo con el hombre, metió las esqueléticas manos entre los estantes y se topó con libros de extraños sellos.
Eran de magia negra.
Había uno muy peculiar escondido bajó los demás, parecían las memorias de Esther Mikaelson, una bruja del milenio pasado.
Ella tenia una hermana llamada Dalia, la cual se encontraba fuertemente molesta ya que Esther se habia enamorado y contraido nupcias con Mikael, uno de los vikingos que habian masacrado sus tierras. Para estar con él, tuvo que renunciar a sus poderes.
Tras varios meses de intentarlo, Esther reparo que era infertil. Así que acudió a su hermana, la cuál la recibió con los brazos abiertos, y sólo le pidio una cosa para devolverle la fertilidad...
Al primero de ellos.
Esther tuvo 7 hijos
Freya Mikaelson
Finn Mikaelson
Elijah Mikaelson
Rebekah Mikaelson
Kol Mikaelson
Henrik Mikaelson
Niklaus Mikaelson "El gran mal"
¿Porqué su madre tendría ese tipo de libros? Si alguien de la corte se enterase, la quemarían viva por creerla una bruja... Aunque ella tenía cierta inmunidad a las hogueras y ya lo había descubierto en el pasado.
Esther Mikaelson, madre de 7 hijos y entregó a uno, al primógenito...
Las preguntas comenzaban a taladrarle la cabeza, hasta que optó por salir de allí.
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"Devotion" Klaus Mikaelson.
VampireDentro del corazón de cada hombre hay mucho que entender: Un apetito sexual, un secreto, una pena y un miedo. Pero él es cómo ningún otro... Tiene poder sobre todos los mortales y ante aquellos que han cruzado la línea de la inmortalidad. Es "él bas...
