| D I E C I O C H O |

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– Su madre tiene antecedentes, muchos antecedentes Srta

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– Su madre tiene antecedentes, muchos antecedentes Srta. Parker.

Blanqueé los ojos por octava vez consecutiva.

– Nuevamente Sr. Finner, le ruego e imploro que me llame Madison.

El abogado le dio una mirada a Nathan el cual asintió.

– Madison, es casi imposible que su madre reciba la custodia de su hermana.

Tapé mi cara con mis manos y me ordene mentalmente calmarme.

– Defina casi.

Miré a Nathan, él me sonrió. Cuando pasas mucho tiempo con una persona se contagian sus frases.

– Si su madre estuvo en un tratamiento y es autorizada por un psicólogo y siquiatra de que es autorizada a cuidar de un menor de edad, ella está en todo su derecho de quedarse con la pequeña.

Me sentí terriblemente cansada y triste.

– Bueno, una vez cuando tenía 15 pasó esta situación sólo que mi tutor legal era mi tía. Mi madre fue a rehabilitación por drogas, pudo tener nuevamente mi custodia pero digamos que a los tres días me obligó trabajar para poder comprar sus cosas.

Sentí un escalofrío pasar por toda mi columna vertebral.

– ¿Tienes testigos sobre eso?

Negué con la cabeza.

– Bueno, nos hubiese sido de mucha ayuda un testigo.

Pensé en mi hermano pero él nunca me ayudaría.

– Ella tiene un hermano, Axl. Tal vez pueda ser de ayuda.

Nathan y su bocota. Lo fulmine con la mirada.

– No creo que eso sirva mucho la verdad – Dijo el abogado mirando los papeles.

– ¿Por qué? – Interrogue.

– Bueno, porque aquí dice que Axl Parker es uno de los testigos de tu madre.

Sentí miles de recuerdos venir hacia mi, miles de recuerdos felicidad de Axl y míos. Me siento traicionada, quería salir de ahí.

– ¿Podemos posponer esto? No me siento bien.

Sin más que decir me paré y fui directamente hacia el auto de Nathan, él apareció segundos después. Me adentre en el auto y lloré.

– No me toques, no me hables. Llévame a casa por favor Nathan.

Me sentía tan vulnerable, tan vacía, tan sola. Quería por alguna vez en mi vida tener una familia, y lo estaba logrando con Mía pero tenían que venir y arruinar mi vida como siempre lo hacen.

Entre llantos y jadeo subí las escaleras pues no tenía ganas de usar el ascensor y que todas las personas que vivían aquí se enteraran de mi mala suerte

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Entre llantos y jadeo subí las escaleras pues no tenía ganas de usar el ascensor y que todas las personas que vivían aquí se enteraran de mi mala suerte. Caminé hasta el fondo y vi la puerta de mi apartamento, también vi un tipo sentado en mi puerta. Me asusté.

– No me digas que eres tú.

Fueron las únicas palabras que salieron de mi boca cuando lo vi mirarme. El corazón se me salió y quise abalanzarme a sus brazos para que envolviera en un abrazo, pero no lo hice.  Escuché pasos atrás de mi y supuse que era Nathan, él jamás me dejaría sola en una situación así.

– Hola enana.

Quise llorar, quise golpearlo.

– No me llames así.

Di un paso hacia él y él dio un paso hacia mi. Con su mano limpio algunas de mis lágrimas y besó mi frente.

– No hagas esto ahora Axl, no hay nada que puedas hacer al respecto.

Me separé del y lo examiné. Estaba más viejo.

– ¿Podemos hablar?

Negué con la cabeza y cerré los ojos con dolor.

– ¿De que quieres hablar? ¿De como quieres quitarme a mi pequeña o de las oportunidades que debemos darle a nuestra madre?

Axl hizo una mueca para luego sonreír.

– No has cambiado en nada Maddi pero me gustaría recordarte que ella es tan solo nuestra hermana, no es tu hija.

Pasé junto a él y abrí la puerta de mi apartamento pero me quede ahí, me giré y lo apunté con el dedo.

– Ella es mi hermana, es mi hija, es mi todo. Haría lo que fuera por ella Axl, lo que fuera.

Axl se pasó las manos por el cabello.

– Yo también haría lo que fuera por mis hermanas.

Le sonreí mientras las lágrimas no dejaban de caer.

– ¿Harías lo que fuera por nosotras? ¿Por mi? ¿Qué tal si haces lo mismo que hiciste hace unos años? Dejarnos, dejarme, huir, desaparecer. Ya arruinaste mi vida una vez, no dejare que lo hagas de nuevo.

Su cara de seriedad me sorprendió, realmente lo había herido. Nathan pasó junto a él y entró al departamento sin decir ninguna palabra, cuando iba a girar para entrar Axl tomó mi mano.

– ¿Nuevo novio?

Me zafé de su agarre y le dediqué todo mi odio en una sola mirada.

– No, pero si lo fuera no me golpearía como tú amigo.

Cerré la puerta y me fui directamente a la cama, sin importar el que Nathan estuviera ahí. Pocos minutos después entró.

– Me quedaré contigo Madison, no te dejaré sola.

Se quitó la ropa quedando solo bóxer negros. Se recostó a mi lado y me abrazo toda la noche, por lo menos él me trasmitía paz, serenidad y amor algo que siempre en mi vida faltó.

holaaaaa
¿Serie que no la pasan ni con agua?

Una mirada, solo una...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora