Un Poco de Consuelo

Start from the beginning
                                    

Malfoy y Granger sentían la misma culpa, quizás derivada de cosas diferentes, sin embargo, los dos se arrepentían por las palabras que no lograron decir, las cosas que no llegaron a hacer o incluso aquellas que hicieron y no debieron.  Les dolía haber perdido a sus padres y sufrían por no haber  logrado hacer nada para evitar sus muertes llenas de dolor y angustia.

Después de todo en esa guerra ambos fueron víctimas y cada uno trataba de sanar sus heridas a su manera, porque al final de todo no eran tan diferentes como creían, mas después de haber pasado por todos esos lúgubres episodios. En algún punto de la historia las diferencias se habían desvanecido, probablemente en el punto donde ambos perdieron a sus padres y se quedaron solos.

Se separaron lo justo, cada uno en un extremo del sillón, compartiendo un silencio apremiantemente ligero y reconfortante, perdiéndose en sus propias cavilaciones, quizás luchando contra sus propias declaraciones de los últimos días, sin embargo, después de todo lo que habían revelado no sentían que se hubieran equivocado al confesarse uno al otro.

Quizás no podría decirse que eran amigos, porque no lo eran, pero sin duda eran compañeros del mismo dolor y eso era mucho más de lo que tenían en un inicio.

-¿Potter sabe? -Pregunto de repente con curiosidad.

Hermione sabía muy bien a qué se refería y asistió con la cabeza antes de hablar. -Harry fue por mí, había tardado demasiado cuando se suponía que solo iba a regresarles la memoria a mis padres, cuando llego ya había pasado todo.

-¿La noticia de su muerte no se público?

-Mis padres eran Muggles, esa no era su guerra y no quise que fueran un número más en la lista de bajas o que hablaran de su muerte con el morbo de esas publicaciones amarillistas que solo buscan hondar en la vida de los demás para hacer negocios.

-Entiendo. Yo hubiera querido el mismo respeto para mis padres. -Apretó los puños con fuerza. -Hicieron un circo de su muerte, primero de la de mi padre y meses después lo mismo  ocurrió con la muerte de mi madre.

-Lo siento. -Dijo con sinceridad comprendiendo lo difícil que era que las demás personas ventilaran una muerte como si se tratara del un gran espectáculo.

Draco solo hizo un movimiento de cabeza. -Te apetece una copa de vino. -Dijo el rubio de repente.

-No creo que sea conveniente. -Frunció el ceño sabiendo que iba contra las normas.

-Lo necesitamos Granger. -Insistió.

-Sigues convaleciendo. -Replico intentando disuadirlo.

-Pero ya no tomo pociones, así que claro que puedo tomar un poco. -Afirmo y se apresuro a subir a su habitación.

Bajo al poco tiempo con una botella azul y dos copas. Abrió la botella llenando ambas copas, le ofreció una a la castaña y se sentó a su lado dando un generoso trago a la propia.

-Malfoy alguna vez pensaste que estarías compartiendo una copa con alguien como yo. -Dijo sonriente, conociendo de antemano la respuesta.

El rubio sonrió de medio lado. -Quizás en otra vida. -Se encogió de hombros.

-En una vida donde tú no serias una sangre limpia y yo una impura.

-Posiblemente. -Admitió. -Pero supongo que las cosas han cambiado lo suficiente para que eso ya no importe. Salud por eso. -Dijo levantando su copa y Hermione lo imito dando un sorbo a la copa.

La Gryffindor se dio cuenta que el vino era dulce contrario a lo que hubiera imaginado, por lo que miro con curiosidad el liquido ambarino y lo llevo cercas de su nariz para olerlo, tenía unas ligeras notas de madera y vainilla, detectaba otro aroma que no supo distinguir pero combinaba a la perfección, posiblemente era alguna hierva aromática. No conocía mucho de vinos, en su vida no había tomado más que  unas cuantas cervezas de mantequilla, unas cuantos sorbos de sidra en las fiestas navideñas y un par de tragos de whisky ante la insistencia de sus amigos para celebrar, pero definitivamente nunca había tomado algo como aquel vino tan dulce y aromático.

Sanando Mis HeridasWhere stories live. Discover now