CAPITULO 4 FRESASTRES

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Laura aún le falta por entender todo lo que está pasando, un momento es una niña campesina y al momento siguiente debe dirigir todo un reino, no es fácil para nadie y mucho menos para comprenderlo una niña de diez, que aunque en promedio cualquiera soñaría con ser princesa, todo esto no resulta ser extraño y nuevo.

-Quiero que conozcas a alguien- dice el Rey.

En ese momento ingresa un hombresito muy elegante, con sombrero de copa, corbatín de satén, zapatos brillantes de charol y un bastón que lo usa como accesorio y con un aspecto de limón.

-Él es de la Corte Verde de Consejeros Reales. Laura, Limónisal será tu consejero en este proceso, te ayudará a comprender tu nueva posición, te guiará a tomar las decisiones correctas; aprovecha su sabiduría para continuar con tu misión en este reino. Yo no podré estar en todo momento, por eso debes acudir a él, a partir de este momento, puedes confiar plenamente en él, todos los reyes y príncipes han sido guiados por la Corte Verde de Consejeros Reales, y tú no serás la excepción. Bueno, me retiro tengo cosas de Rey por hacer, jajaja-

El Rey se retira después de despedirse de Laura y el Consejero Limónisal.

-Princesa Laura, es un gusto estar a sus servicios- Se presenta el Consejero Limónisal con una venia. –Veo que aún no conoces a los Fresastres.- Comenta luego de reparar en su vestimenta- Sígueme-.

Laura no sabe que responder a tanta información por procesar, a lo que accede a seguir la corriente y ver hasta dónde va a llegar todo esto.

-¿Los Fresastres? ¿Quiénes son?- Pregunta Laura con un interés aun superficial.

El Consejero Limónisal lleva a Laura por los pasillos del castillo. Hay cuadros grandes con los retratos de varios ancianos y otros jóvenes. Son los reyes y sucesores del trono.

-Todos tienen alas de mariposa- Repara Laura

-Sí, todos han sido Mariposas Monarcas que han tomado el trono- dice el Consejero Limónisal

-Pero yo no soy mariposa- apunta Laura

-Lo sé, pero mira- Le muestra los dos últimos cuadros, -Él es el Príncipe que tomaría el trono, pero mira este cuadro-

Laura se hace frente al cuadro

-No hay nada- infiere ella

-Tócalo- Sugiere el Consejero

Laura con temor acerca su mano al cuadro, al tocarlo sale un resplandor de luz entre la mano y el cuadro que se esparce por todo el pasillo y rodea a Laura, la levanta del suelo, su mano no se despega del cuadro por más que intenta retirarla. En un momento se va pintando su retrato, cada detalle se va formando, una hermosa corona de hojas de laurel, unas alas de mariposa brillantes y una hermosa túnica de cristales. La luz se recoge como si el cuadro la succionara y Laura vuelve a quedar de pie en el suelo.

-¿Qué acaba de pasar?- ella rompe el silencio

-Que así es cómo se pintan los retratos reales en este reino- responde el consejero.-Especialmente son los reales, porque si no fueras la escogida, no hubiera pasado nada y solo verías un marco frio-

-...Pero...- Laura retrocede unos pasos para detallar el retrato. -... es hermosa...-

-Sígueme- El consejero se adelanta por el pasillo.

Laura no puede dejar de maravillarse por aquel retrato y lo que acaba de pasar, sigue caminando con su mirada en el cuadro.

-Mira al frente, puedes tropezar- Sugiere el Consejero sin mirar atrás.

El reino de la MariposaWhere stories live. Discover now