Capítulo 1

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Sábado 6 de enero, Lancashire, Inglaterra

Narra Elizabeth

-No sé ni porque se te ocurrió hacer esto- dice Max con actitud pesimista. Suspiro – sé que aun sientes algo por ella y lo acepto. Pero sabes que esto te hace mucho daño

-Ya te dije que no quiero irme de Inglaterra sin despedirme de ellos- le digo caminando hasta la entrada de una blanca, grande y lujosa casa. El lugar donde crecí – sé lo que me quieres decir. Lo sé. Pero no puedo irme sin decirles nada. Ellos me criaron y les debo a menos unas palabras de mi tiempo.

- ¿Después de lo que te hicieron? – pregunta exaltado por mis palabras – eres una masoquista que solo viene porque quiere ser maltratada. Sabes que no cambiaron y no lo harán

"No lo harán, Elizabeth. Lo sabes" me repite mi conciencia.

-Solo hagámoslo de una vez

Toco el timbre con nerviosismo y Lucy, la mujer que se encarga del aseo, abre la puerta y nos mira con asombro.

-Niños, pensé que no los volvería a ver – dijo abalanzándose a nosotros.

-Bella Lucy, es un placer verte – Dice Max besando su mejilla

-Bueno, Lucy, ya sabes porque casi no me aparezco por aquí – digo y ella me mira avergonzada.

-Pasen, en un momento llamo a la señora Záitseva - asentimos y nos adentramos a la casa. Era común que la llamaran por su apellido y no por su nombre. Ella obligaba a todos a llamarla de ese modo. Es algo típico de ella.

Max se quedó de pie junto a la puerta y yo unos pasos adelante admirando la nueva decoración de la casa. Hace mucho tiempo que no me acerco a estos lugares. Todo ha cambiado mucho.

-Mis hijos menores – dice una voz femenina sobresaltándome. Aquí vamos – pensé que me avisarían de ustedes cuando fuera sus funerales. ¿A qué debo el placer de tenerlos en mi casa? – dice con sarcasmo y veneno en cada una de sus palabras.

-Madre, pensé que sabría de ti cuando murieras en una de las tantas cirugías estéticas que te haces – dice Max sin ninguna emoción en su voz – dime, ¿es el ejercicio o estás vomitando más? – casi reí. Max nunca iba a dejar de hacer eso. Era parte de su trato a nuestra madre.

- ¡Maximus Záitsev, no me faltes el respeto de esa forma! – grita Larrabelle mi madre exaltada.

-El respeto que tenía hacia ti lo perdí hace ya mucho tiempo – dice Max abriendo la puerta – ni sé que hago aquí – agrega saliendo. Se detiene y se gira hacia mí – te espero en el carro. No te tardes

Asiento y dirijo mi atención a Larrabelle.

-Yo solo venía a comunicarte que esta tarde parto hacia Corea del Sur para estudiar en una de sus universidades

No dice nada así que me dirijo silenciosamente hasta la puerta. Sinceramente ni esperé a que me dirigiera la palabra. Hace mucho que mi madre no me habla. Una lástima que todos los tratos de niña fueran una mentira. Fueron buenos momentos en los que talvez fingió felicidad. Me duele que con solo su mirada me recuerde que solo he sido un estorbo en su vida.

Me detengo abruptamente cuando escucho su voz nuevamente.

-Siempre supe que eras una desgracia para mi familia. Tuviste suerte de nacer Lyudmila – dice acercándose a mí, llamándome por mi segundo nombre – tienes suerte de que te encontraron los policías aquella noche en un bar. Por mí que te hubieras podrido en ese lugar. Eso es lo que eres para mí. Basura. Ni siquiera sé porque te crie. Talvez fue por insistencia de tu padre, pero ya vez, él murió viéndote como el desperdicio que eres. Me alegro de haberte quitado todo. Tu padre, tus amigos, tu dignidad, todo. No vale la pena que malgasten una buena beca en una estupidez como lo que eres. Me decepcionas, Elizabet. Puedes irte en paz. No me interpondré más en tu camino. Eres libre de mí. No me arrepiento de lo que te hice. Y solo una cosa más – dice alejándose para tomar un sobre que sacó de un pequeño cajón. Se acerca y me lo entrega – léelo cuando llegues a tu destino. Ahí hay muchas respuestas de tu pasado. Respuestas que talvez quieras saber.

Asiento con el corazón partido en mil pedazos y me alejo de lo que fue mi hogar una vez.

Cuando era niña tenía la idea de que, si me herían, algún tiempo después dejaría de doler. Pero bueno, sigue doliendo y aun con más fuerza.

Me dirijo hasta otro de mis destinos de hoy. El cementerio.

¡Aquí vamos, papá!




Espero que les guste!!!



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⏰ Last updated: Dec 30, 2017 ⏰

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