—Myunggie ¿lo conoces?— El menor negó e infló sus mejillas de aire al sentir que lo regañarían por abrazar a un desconocido, pero su madre no le dijo nada y en su lugar se dirigió a Nam.—¿Te gustaría venir con nosotros? Cuando termine la cena tendremos que hablarle a tus padres pero por el momento no podemos dejarte aquí completamente solo.

Sus padres siempre habían sido estrictos con la gente que se acercaba a él, incluso paranoicos al pensar que alguien podría querer hacerle daño para conseguir algo de dinero de su familia, sin embargo, Woohyun se sentía a gusto con esas personas, parecían amables y atentas así que aceptó ir con ellos.

Tú que esta noche no puedes
dejar de recordar,
quiero que sepas, que aquí en mi mesa, para ti tengo un lugar.


Caminaron por un tramo que se le hizo eterno, no porque aquella familia fuera desagradable, sino debido al intenso frío. "Myunggie" como creía se llamaba el niño se quitó el guante derecho para dárselo a pesar de su insistencia sobre estar bien, y una vez puesto, ambos terminaron caminando con las manos descubiertas entrelazadas por el resto del trayecto, quizás para aminorar el frío aunque en realidad a Nam le empezaba a gustar el tenerlo cerca.

No era como si no tuviera amigos, claro que los tenía, su personalidad amigable y extrovertida le ayudaba a sentirse cómodo con las personas  pero con el niño a su lado era diferente, se sentía a gusto incluso cuando no hablaron en todo el camino hasta llegar a la casa.

Era pequeña a comparación de la suya pero una vez entró, fue imposible no sentir un poco de envidia y desear vivir en un lugar así. Los adornos estaban colgados en las paredes y el árbol tenía toda clase de adornos, desde peluches hasta las clásicas esferas, y las luces de diferentes colores creaban un ambiente festivo y animado.


—Sabía que no debía dejarlos ir solos, la última vez trajeron a uno y ahora uno nuevo.

Un chico con ojos pequeños gritó mientras salía de la cocina, riendo al ver la mirada de enojo del menor que "disimuladamente" se acercó a patearlo en la rodilla. El ahora adolorido muchacho y los adultos regresaron a la cocina para terminar los preparativos de la cena, dejándolo solamente con el más pequeño que terminó sentado junto a él en el sillón frente a la televisión. 

—¿Por qué insististe en que viniera con ustedes? No nos conocemos ¿quién te asegura que no soy una mala persona?—Woohyun preguntó con un semblante serio, con la duda genuinamente recorriendo su mente y frunciendo el ceño por los largos segundos que tardó el niño en responder.

—¿Eres malo?—Nam negó varias veces y por fin una tenue sonrisa se asomó sobre los labios del contrario. —Te veías triste y solo...y mi familia dice que navidad es para estar unidos y por eso.—El menor de los dos comenzó a explicar en voz baja mientras jugaba con sus manos, nervioso y aparentemente avergonzado.—Y es peligroso estar en la calle solo en la noche.—Y aunque lo golpeó en el hombro como reclamo por ser irresponsable, no dejó de parecerle lindo a Nam.

Ahora ya es tiempo, de que charlemos
pues nada se perdió,
en estos días, todo se olvida,
y nada sucedió.

Al momento de la cena escuchó su estómago gruñir ante toda la comida que estaba preparada, demasiado sorprendente considerando lo pequeña que parecía ser la familia y la falta de invitados.

Durante la plática descubrió que el niño menor que el por dos años se llamaba MyungSoo y su hermano mayor SungGyu, el cual cursaba el mismo grado que él aunque en una escuela pública. La familia Kim de alguna manera era todo lo que siempre había soñado, se veían unidos y bromeaban entre sí, hablaban con libertad, se notaba el cariño que se tenían y todo aquello logró contagiarlo de felicidad, haciéndolo sonreír y olvidarse de todo lo malo de ese día.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 31, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ApoteosisWhere stories live. Discover now