Reina a los 16

CAPITULO 5

     RECUERDOS OSCUROS

Llegamos a casa y me encerré en mi habitación. Apenas pasaron unos minutos cuando alguien llamó a la puerta.

- ¡Vete de aquí! - grité.

- Por favor abre Dianne - dijo una voz femenina.

¡Era Cinthya! No sabía si dejarla pasar o gritar de nuevo. Después de unos minutos pensando abrí la puerta, la dejé pasar y cerré la puerta de nuevo. Volví a acurrucarme en la cama.

- ¿Qué te pasa? - dijo Cinthya - Shane me llamó y vine enseguida.

No sabía bien qué contar, quise empezar por el principio pero no debía desvelar mi secreto.

- ¿Y bien? - interrumpió Cinthya - ¿Quieres hablar antes con Shane o algo?

Solo tenía ganas de llorar y de volver a casa, con mis padres, pero no era posible. Mi nostalgia me aisló de todo lo que se encontraba a mi alrededor en aquellos momentos.

Miles de recuerdos oscuros empezaron a llegar a mi mente, el miedo se apoderaba de mi cuerpo. Miles de imagenes frias como el hielo y crueles como los gnomos de mi reino. Un mal presentimiento era lo único que tenía en estos momentos de mi reino, de mis padres y de todo aquello que había dejado atrás.

- ¿Dianne? - pude oir decir a Cinthya.

De repente como una especie de transformación todo mi cuerpo se iluminó.

- ¡Shane! - gritó Cinthya - ¡Ayuda!

Los dos intentaron abrir la puerta de mi habitación hasta que Cinthya se dio cuenta de que estaba cerrada y entonces abrió y entraron rápidamente.

Mis ojos desprendían una luz blanca y luego mis alas se dejaron ver. Un vestido que apenas llegaba a mis rodillas, era blanco y tenía un solo pliegue, era simple pero bonito a la vez. En vez de los zapatos que llevaba aparecieron unas manoletinas blancas también y en mi cuello apareció un collar que no sabía lo que significaba, era una estrella. Finalmente cai sobre mi cama de golpe y me dormí.

Cuando desperté ya había anochecido y seguía teniendo el mismo atuendo. Cinthya, Shane y William se encontraban a mi alrededor.

- Se está despertando - oí decir a William.

Terminé de abrir los ojos, parpadeé varias veces y mi bien lo que llevaba.

- ¿Qué es esto? - pregunté sorprendida.

- Eso quiero saber yo - dijo Cinthya.

Shane parecía pensativo, estaba muy serio y no paraba de mirarme.

- Yo tengo la explicación - dijo al fin, todos fijamos la mirada en él - ¿Quieres empezar por el principio Dianne?

Me incorporé y decidí comenzar a hablar.

- A ver.... Cómo os lo explico - Cinthya me miraba deseosa - Shane y yo no somos humanos - Los dos hermanos miraban con los ojos como platos y en silencio - Somos del Reino de las Nubes - hice una pausa - Yo soy la princesa mitad hada mitad bruja de allí y él es un hada (creo que también se dice así para chico) también lo único que es uno de los soldados de la corte. Mis padres nos enviaron a la Tierra durante un tiempo indefinido aunque no se el por qué.

- Yo si lo se - me interrumpió Shane, estaba indignada, él lo sabía y yo no - El Reino de las Nubes está en guerra.

¿Cómo? No podía, quería creerlo. Empecé a llorar, no, mis padres no podían morir, no quería que fuesen asesinados y que alguien se apoderase de todo aquello.

Alguien me abrazó en ese momento, me giré y era William, me empujó la cabeza para que la apoyase en su hombro y Cinthya se pusó al otro lado.

- Continua - dije entre sollozos.

- Creo que esa transformación se debe a que has tenido una especie de conexión tus padres y tus sentimientos lo han provocado. También se deba a tu mitad hada y a tu mitad bruja - explicó Shane.

No sabía que hacer, estaba bloqueada.

- Entonces venis de un reino lejos de aquí y ella es la princesa y tú un soldado y vuestro reino está en guerra - resumió William.

Shane asintió.

- Necesito estar sola - dije y salí por la puerta.

Baje a las cuadras y monté sobre Morfeo a pelo. Salí y cuando ya no se veía el pueblo ordené a Morfeo que fuese al paso. Caminamos durante un rato y cuando me cansé me baje y me tiré al suelo. Tenía que pensar, aún no había conseguido volver a mi forma humana.